El cuento de Holly y el lobo

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El thriller nórdico ha prosperado gracias a la intriga que rodea siempre a un asesinato. Pero existen fechorías silenciosas, menos visibles, que solo explotan de puertas hacia adentro. La miniserie danesa de ocho episodios Que viene el lobo siembra el misterio con un caso en el que sería aplicable una ley de la infancia como la que acaba de aprobarse en España. O no. Porque la trama se construye en torno a una suposición sin pruebas, una acusación en la que hay que desentrañar la verdad con la convicción de que cuando un menor cuenta cosas truculentas algo no marcha bien.

La protagonista es Holly, una niña de 14 años que debe hacer una redacción escolar acerca de su día a día. La mayor parte de sus compañeros de clase escriben sobre sus principales intereses, o sea, sobre YouTube y su universo. Pero Holly se explaya en una descripción de crueldad inusitada y apunta a su padrastro con su dedo acusador. No tiene moratones que avalen su versión. Los mayores lo niegan todo y culpan a las hormonas rebeldes de la adolescencia. Cada punto de vista cuenta la historia a su manera, pero las autoridades se ven en la obligación de protegerla incluso de sus padres, incluso de ella misma. Y todo ello narrado con la perfección cartesiana de una gran ficción nórdica. Aquí no se parte de un asesinato, pero podría ser algo igual de estremecedor.