El máster del profesorado
La Voz de Galicia publicó el martes pasado la noticia de que 3 de cada 4 aspirantes al máster de profesorado en Galicia no tienen plaza. El asunto viene de muy viejo. Se ha cambiado la legislación en el sentido de que cualquier aspirante de cualquier profesión (ingeniero, arquitecto, abogado...) que pretenda orientar su actividad en la enseñanza debe disponer del citado máster desde hace 12 años. Como siempre, las universidades pusieron los bueyes antes que el carro. Desde el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales hemos hecho varias gestiones solicitando se mejore esa oferta. El tema lo hemos abordado con el secretario xeral de Universidades, Díaz de Castro, hasta con representantes de la dirección de la UNED en Lugo y también con universidades públicas y privadas. Hemos pedido ampliar esa oferta incluso con un máster semipresencial, aspecto que sería sin duda la solución al atasco y sobre todo al problema de base. La UNED manifestó tener las manos atadas para implementar el máster por los acuerdos con las universidades; estas, en general, manifestaron que el problema se centraba en los acuerdos de implantación de titulaciones con el ministerio y consejos autonómicos, y la Secretaría Xeral de Universidades dijo que lo estudiaría (la visita fue ya hace varios años, quizá diez). Esta situación es una prueba más de la falta de coordinación y distancia entre las necesidades de la sociedad y las orientaciones de las instituciones universitarias. Acabo esta carta con un: sin comentarios. Jorge Rivera Gómez. Lugo.
Non plus ultra
El Gobierno acaba de rescatar una compañía aérea; ineficaz, improductiva y sospechosamente no rentable por el nada desdeñable montante de 53 millones de euros. Cuenta con una flota de cuatro aviones y traslada al 0,08 % de la cuota de mercado. Si esto no fuera de por sí una gestión delirante, se hace saber que tres de los consejeros son de origen venezolano, vinculados al Gobierno bolivariano de Maduro, con una sociedad adscrita en el exotismo tributario panameño. La locución latina, es el epítome del insulto y la deshonra de unos gobernantes, que ven pero no sienten. Me refiero a las colas del hambre, la alarmante situación de millones de autónomos agonizando, los desempleados con un futuro -o mejor dicho presente-, que no pasa por coger un avión e irse de vacaciones. Mientras, las neveras claman por una vida mejor. Eso sí, las suyas no hacen eco. Óscar Costas Vázquez. A Coruña.
Las declaraciones de bienes de los políticos
Siempre me ha llamado la atención las criticas que despiertan las declaraciones de bienes de ministros y parlamentarios. Creo que estas «confesiones» son un excelente ejercicio de transparencia. Tal vez no sea perfecto pero es mejor que nada. Sin embargo las criticas suelen hacerse principalmente a aquellas declaraciones de patrimonio altas y no a las inusualmente bajas, especialmente si se trata de representantes políticos de izquierdas.
Un ejemplo, se ha analizado la declaración de un ministro que alcanza entorno a los 350.000 euros de patrimonio y no el de otro que solo llega a los 50.000. Ambos tienen una trayectoria similar y han ocupado puestos de representación política similar. Además, el mayor patrimonio es posible alcanzarlo debido a los buenos salarios que han recibido en los puestos ocupados. Entonces, ¿por que se critica al que declara mayor valor patrimonial? Si el origen de ambos patrimonios son honestos (algo que Hacienda podría comprobar con facilidad), seria razonable pensar que el político más adinerado sabe gestionar mejor su casa que otro que no es capaz de ahorrar. Otra cosa son las situaciones personales, claro. Por lo tanto, es necesario la declaración de patrimonio de nuestros políticos, pero ojo con las conclusiones, es muy fácil hacer demagogia con ellas. Orlando Vázquez.