Noticia terrible

OPINIÓN

Rui Mutemba / Save the Children

18 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede que les haya pasado desapercibida porque ocupaba un pequeño recuadro en la página 27 del periódico de ayer, pero a mí me sobrecogió: «Grupos yihadistas están decapitando a niños de 11 años». Esto está pasando en el norte de Mozambique, en la provincia de Cabo Delgado. No es la primera vez que ocurren decapitaciones en los últimos meses en esta región, pero sí la primera en la que se ceban con los niños. Todo para amedrentar a los habitantes de la región y que se vayan de allí más pronto que tarde. Mozambique es el octavo país más pobre del mundo y, dentro de él, Cabo Delgado es una de las regiones más pobres. Pero en Cabo Delgado hay una cantidad enorme de recursos minerales; de hecho, se está poniendo en marcha uno de los proyectos de extracción de gas natural más importantes de toda África. ¿Tendrá esto algo que ver con esta vergonzosa siembra de terror? Sin duda.

En el yihadismo no hay interés religioso alguno, ni luchan por la dignidad humana, la justicia social y los derechos de los pobres. Ni tan siquiera son terroristas. Son, simple y llanamente, unos bárbaros que han hecho de la violencia su modo de vida. Su erradicación pasa, entonces, por desenmascarar sus verdaderas motivaciones; por reforzar los lazos de fraternidad y cooperación con los musulmanes auténticos; por apoyar el desarrollo económico, político y social de todos estos países. No seamos cómplices con nuestra indiferencia.