¿Podemos ser imparciales?

juan maría garcía otero EN CORTO

OPINIÓN

22 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pienso que cuando se es juez y parte difícilmente la decisión que se adopte será en último término justa. A mi entender, la religión, el sexo, la condición social, el credo político o la raza son factores capaces de condicionar por sí solos nuestros actos frente a los demás. Posiblemente, la cosa sea todavía más compleja, pero sin meterme en vericuetos metafísicos permítanme que les ponga un ejemplo tan real como la vida misma. 

Ocurrió en Betanzos, en una notaría, un día en el que un paisano fue a consultar el modo de hacer testamento a favor de dos hijos que tenía. El bueno de aquel señor empezó contando que él y su esposa tenían dos hijos y que uno era más despierto que el otro, por lo que pretendía dejarle una mejora, pero sin que esta apareciera en el testamento, dado que no quería que el otro se enfadara. Habló bien de los dos y formuló la pregunta al notario sobre aquella posibilidad. El notario le explicó que era imposible hacerlo sin mencionar explícitamente dicha mejora. El bueno de aquel paisano se quedó cabizbajo tras la respuesta del notario y, comentando que hablaría con su esposa sobre este hecho, se fue a su casa.

A los pocos días regresó nuestro paisano y formuló de nuevo una pregunta al señor notario. La pregunta que aquel padre preocupado por un reparto equitativo de la herencia con sus dos hijos diferentes, sin que por ello, este hecho significara discriminación entre los dos, fue la siguiente: ¿puede hacer las partijas uno y escoger primero el otro? O, lo que era lo mismo, puede hacer las partijas el más despierto y escoger primero el otro.

El notario, cuando escuchó la pregunta, no pudo evitar una sonrisa antes de responderle afirmativamente. El bueno de aquel padre preocupado por la convivencia futura de sus dos hijos había resuelto el caso sin hacer de menos a nadie. Esta historia real nos muestra lo complejo que nos resulta resolver con equidad los problemas que a lo largo de nuestra vida nos van surgiendo, de ahí el título que encabeza esta historia. ¿Podemos los seres humanos ser imparciales? Llegados a este punto cabría formularse otra pregunta: ¿qué es ser diferente?