Todas las Faynas

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

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22 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Por ella. Por todas las Faynas. La fuerza de un huracán en los gestos suaves de esa mujer que se asoma a la pantalla una tarde de hace ya un par de semanas. Queda poco (quizá todo) de aquella joven frágil de melena larga y ojos felices que entró para nunca llegar a salir completa de Guadalix de la Sierra. Un trocito de ella quedó para siempre enterrado en aquella casa.

Y en su relato sereno resuena todavía el eco de aquellos gritos que contemplaba una España que todavía estaba (aún está) aprendiendo que la violencia contra nosotras no es normal, pero está absolutamente normalizada. Ahí estaba, en el rey de los realities con el rey de las bofetadas. El inicio de un cuento demasiado largo en el que la bestia al final permanece alimaña. Ya va siendo hora de cambiar la historia y decir claramente que no importa las veces que lo escriban. La realidad es que una bestia nunca, jamás, cambia.

Por un segundo se quiebra. Tropieza en el discurso pero se levanta. Dieciséis años. Dieciséis años completamente anulada. Duelen los golpes, pero más duele la Fayna robada. Ahora sí. Ahora empieza a regresar a quien habían intentado borrar del mapa. Y mira de frente. Levanta los ojos y en ellos se refleja al completo su alma: lo que me ha pasado a mí, que no le pase a otras. Ya no podemos quedarnos calladas. Quién sabe cuántas más de nosotras, aunque tengamos muchos nombres, también nos llamamos Fayna.