La eyaculación es un paso esencial en la reproducción humana normal y su alteración conduce a la infertilidad. Muchos trastornos eyaculatorios pueden tener causas tanto psicológicas como orgánicas; sin embargo, la eyaculación retrógrada es única ya que es de origen casi exclusivamente orgánico, y se define como el retroceso del semen desde la uretra hacia el interior de la vejiga, no expulsando nada durante el orgasmo.
A pesar de ser un tipo común de disfunción eyaculatoria, es responsable de solo el 0,3 - 2 % de todas las causas de infertilidad. La combinación de orgasmo seco y problemas de fecundación hacen que la condición sea angustiosa tanto para el paciente como para su pareja, especialmente cuando se trata de tener un hijo.
Sus causas incluyen lesiones de la médula espinal, diabetes, cirugía sobre colon y recto, de aneurisma de aorta y exéresis de ganglios linfáticos por cáncer testicular. Además, es también una constante en la cirugía de la próstata benigna y como efecto secundario de algunos tratamientos psicotrópicos o con algunos fármacos para el tratamiento del agrandamiento prostático.
Las consecuencias varían dependiendo de la edad del paciente y de sus condiciones personales. Un hombre joven, aún siendo fértil, no podría fecundar a su pareja a no ser que acudiese a la fecundación in vitro, utilizando los espermatozoides extraídos mediante biopsia directamente de sus testículos. En el resto de los casos, aún no teniendo deseo de fertilidad, a muchos hombres les altera enormemente la relación sexual al no expulsar semen durante el coito, entendiendo erróneamente que han perdido parte de su virilidad.
¿Cómo se trata? Habrá que sopesar el riesgo y el beneficio, y siempre bajo el estricto control del urólogo. Existen fármacos como la efedrina y la pseudoefedrina, que cierran el cuello de la vejiga durante el coito produciendo eyaculación hacia delante, pero los efectos secundarios incluyen taquicardia, dolor de cabeza, insomnio, náuseas, vómitos y dificultad para orinar. También se han utilizado antidepresivos tricíclicos como imipramina o amoxapina que pueden producir somnolencia, sensación de sed y estreñimiento. Tendría sentido su utilización temporal mientras no se produce el deseado embarazo de la pareja, incluso su administración a demanda, solamente el día que se desea la fecundidad. Por último, se ha indicado la recuperación de espermatozoides de la orina dentro de vejiga que no siempre consigue gametos viables para ser utilizados.