Tutorial para comprar un coche

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso SERENDIPIA

OPINIÓN

CARMELA QUEIJEIRO

23 oct 2020 . Actualizado a las 10:42 h.

Comprar un coche nuevo hace mucha ilusión al principio, pero la operación Renove tiene su problemática. Que si es mejor un diésel, pero a ver qué pasa con el impuesto que le quiere cargar el Gobierno y con aquella muerte de todos los motores de combustión anunciada para el 2050 antes de la pandemia. Que si el futuro es del eléctrico, pero a ver dónde lo enchufo, si no tengo plaza de garaje, y a ver hasta dónde me da la batería si viajo de Vigo a Ourense. Luego está el lío de las etiquetas con las letras de medio abecedario por gramos de contaminación de CO2 que acaban penalizados en el impuesto de matriculaciones. Y a todo esto hay que añadir la cuestión clave: ¿cómo pagarlo? Solo el 20 % de los gallegos que compran un vehículo nuevo lo pagan a tocateja. El concesionario hace un mayor descuento si lo financia, pero la operación no suele salir muy a cuenta, porque la rebaja que entra por un lado, se pierde en forma de intereses por el otro.

Hay que pensárselo mucho y, aún así, una vez comprado el coche, casi siempre queda esa sensación de desconfianza, incluso de mosqueo con uno mismo por no haber sido capaz de hacer una compra más ventajosa. Sobre todo al ver que la factura final del flamante vehículo pasa de los 24.000 euros (precio medio por operación de venta en Galicia) y que alguna bonificación o algún descuento de esos que no paran de anunciar por todas partes, por algún motivo, de alguna manera, se diluyó entre los papeles del crédito y los formularios de solicitud de ayudas. ¿Nos habrán engañado?

Sí y no. Nadie regala nada, decía mi abuela, y sigue siendo una verdad como un templo. Las ayudas a la compra de coches que el Gobierno ha vestido publicitariamente como nuevo Renove son lo que son, un estímulo, un pequeño empujón para que los potenciales clientes que pasan por delante del concesionario se animen a entrar.

Es política de Estado, en respuesta a la demanda de un sector muy castigado por la pandemia, con un desplome acumulado de las ventas del 38 % hasta septiembre.

El apoyo público está justificado, porque el sector del automóvil que genera el 17 % de nuestro Producto Interior Bruto (en Galicia) necesita vender y hay miles de empleos de la industria y de la red comercial en peligro. Pero el consumidor debe saber que los 250 millones del Gobierno para las ayudas del Renove 2020, que salen a una media de 800 euros por vehículo, no son gratis, las pagamos todos. Cuando se agote esta partida millonaria, ese dinero retornará incrementado hasta los 300 millones de euros a las arcas públicas, vía Agencia Estatal de Administración Tributaria.