En abril del 2019 se publicó la primera fotografía de un agujero negro, el situado en el centro de la galaxia Messier 87. En realidad, es la fotografía del entorno más próximo al agujero negro, ya que este no se puede fotografiar porque no emite luz alguna (es negro). Hasta la luz es atrapada por la descomunal fuerza de gravedad de la región estelar. En su límite exterior hay una zona (fotosfera) en la que se observan anillos luminosos y otra más externa (disco de acreción) en la que hay una gran cantidad de gas y polvo a muy elevada temperatura, que gira alrededor del agujero negro originando radiaciones electromagnéticas.
Entre ellas, ondas de radio, que sirven para localizar el agujero negro usando radiotelescopios (telescopios que captan ondas de radio). Desde esa zona se lanzan chorros de alta velocidad.
El agujero negro de la Vía Láctea (nuestra galaxia) se denomina Sagitario A*. Con un conjunto de 20 radiotelescopios, distribuidos por todo el planeta, se pretende realizar un vídeo de este agujero negro. Se obtendrán una serie de imágenes que luego se montarán, como se hace en las películas, para que formen un vídeo que permita ver, en movimiento, la actividad de la zona periférica del agujero negro Sagitario A*. Especialmente los chorros a los que me he referido, y de los que no había rastro en la foto fija de abril del 2019, conseguida con el acople de ocho radiotelescopios.