Todo esto

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

12 abr 2020 . Actualizado a las 10:02 h.

Además de lo demás, Pandemia nos está trayendo sus propios neologismos a la altura de un tiempo tan inesperado. La realidad se ha impuesto de una forma tan abrupta que durante unos días todavía usábamos palabras viejas para definir un mundo nuevo, en ese claroscuro en el que habitan los monstruos que señaló Gramsci. Pero en los balbuceos dialécticos en los que todavía andamos y que son el espejo de los demás balbuceos, la etiqueta más ajustada a esta nueva y brutal dimensión es la de Todo Esto. En su imprecisión, ese Todo Esto da una idea precisa de lo que estamos viviendo, incapaces de asimilar de repente las muertes, el confinamiento, el silencio, el vacío, los niños encerrados, los viejos apartados, la debacle económica, la imposibilidad de despedirse, de tocarse, el miedo, la incertidumbre y todo lo demás que aún no sabemos exactamente qué es pero que empezamos a sospechar que es. Ese Todo Esto que deslizamos con una mezcla de torpeza y desconcierto es justo eso, un espacio nuevo con hechuras desconocidas que vamos llenando cada día que pasa y todo lo que parecía imposible se convierte en cierto.

Los humanos que padecieron la gran guerra del 14 le añadieron enseguida la dimensión de mundial, pero no fue hasta 1945 que el conflicto incorporó su terrible ordinal, clasificado por quienes estaban inmersos en los horrores del segundo. No sabemos cómo pasará a la historia Todo Esto pero cada vez que escucho a alguien referirse así a lo que vivimos interfiere un microsegundo de silencio, como el parón que anticipa el acantilado.

¡Cuándo Todo Esto será al fin Todo Aquello!