Cáncer y COVID-19: lo superaremos

Luis María Antón Aparicio TRIBUNA

OPINIÓN

JEAN-CHRISTOPHE BOTT | Efe

24 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Albert Camus escribió en La Peste: «Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras y, sin embargo, pestes y guerras cogen a las gentes siempre desprevenidas». Vivimos momentos inestables, sociales, políticos, económicos, pero sobre todo de salud. Respecto a la salud es importante estar prevenidos, siempre y en todo momento, pero en especial en el que estamos viviendo a nivel mundial: por la pandemia vírica por el virus SARS-CoV-2 (coronavirus).

En este sentido se están implementando una serie de acciones, hacia las personas como individuos desde el punto de vista epidemiológico, y a las colectividades desde las distintas administraciones públicas.

A nivel de colectividad y educación sanitaria debemos recalcar que la transmisión del virus se hace por microgotas del árbol respiratorio de las personas contagiadas, pudiendo también transmitirse a través de las manos o superficies contaminadas por secreciones. No somos conscientes de la cantidad de veces que hacemos gestos tan ordinarios como rascarnos la nariz o frotarnos los párpados. Por eso es básica una buena higiene de las manos. Algo tan sencillo que puede frenar de forma drástica la transmisión del coronavirus. Una buena limpieza de todas las superficies posibles contaminadas es parte del proceso para conseguir el mismo fin: parar el contagio. Ahora más que nunca, todas estas medidas de higiene y de aislamiento social deben ser extremadas en los pacientes con cáncer.

En esta misma dirección, distintos servicios de oncología médica del Estado español han puesto en marcha medidas encaminadas a preservar y garantizar la asistencia de los pacientes con cáncer minimizando el contagio del virus en la media de lo posible. El Servicio de Oncología Médica del Área Sanitaria de A Coruña no ha permanecido inerte y ha adoptado, en esta misma dirección, sus propias medidas para que los pacientes oncológicos reciban la asistencia especializada que precisan día a día, medidas que iremos adaptando según vaya evolucionando la situación. Desde que se declaró el estado de alarma, hace pocos días, los desplazamientos se han limitado por razones obvias. Por ello, en la medida de lo posible, recomendamos utilizar transportes particulares en vez de colectivos para acceder al centro hospitalario, y, en caso de optar por los últimos, mantener la distancia de seguridad.

A nivel individual, minimizar la circulación de personas en los hospitales, y específicamente en los hospitales de día de oncología, se ha convertido también en objetivo prioritario, por lo que, a pesar de lo que supone, hemos limitado el acompañamiento de familiares en nuestras salas de espera y en nuestros centros de día y hemos suprimido la asistencia de voluntarios, visitas de la industria farmacéutica o proveedores prescindibles.

Muchos de los pacientes oncológicos deben seguir acudiendo periódicamente a los hospitales de día para recibir tratamiento, y lo harán, pero con la instauración de la teleconsulta pretendemos limitar la frecuentación al centro sanitario, facilitar las revisiones, comunicación de resultados de pruebas, control de síntomas, prescripción y ajuste de medicación de soporte, y también la distribución de medicamentos orales oncológicos a domicilio. La instauración de teleasistencia es una de las herramientas claves que el Servicio de Oncología Médica ha puesto en marcha con incuestionables resultados para el paciente.

La información que disponemos sobre el cáncer y la enfermedad COVID-19 es limitada. No hay evidencia de que el coronavirus empeore la propia patología cancerosa, ni la respuesta a los distintos tratamientos oncológicos, pero el efecto inmunosupresor de muchos tratamientos para el cáncer puede ocasionar a los pacientes una mayor susceptibilidad a la aparición de infecciones, sean del tipo que sean...

En aproximadamente el 80 % de los casos, la enfermedad COVID-19 cursa de un modo leve, con fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, secreción nasal y molestias musculares, y recomendamos a nuestros pacientes que contacten y comuniquen con los canales establecidos la presencia de dichos síntomas para establecer las recomendaciones pertinentes y evitar su presencia en la medida de lo posible en el ámbito hospitalario.

Desde el Servicio de Oncología Médica del CHUAC y su grupo de investigación apelamos a la responsabilidad colectiva, a la colaboración conjunta, y al apoyo sin fisuras a todos y cada uno de nuestros pacientes y sus familias de todos los profesionales implicados (médicos, farmacéuticos, enfermeras, auxiliares de enfermería, investigadores, informáticos, administrativos…). Porque se trata de un problema global. Y está en manos de todos el conseguir frenarlo.

Finalizando con Camus, también en La peste escribe que «en el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio». Y es todo lo que estamos viendo estos días. Siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y buscando información y apoyo en los profesionales de la salud conseguiremos combatir algo más terrible que esta peste que nos ha tocado vivir: el miedo.