¿Qué hay de lo mío?

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

09 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En pocas ocasiones una gira en una situación extremadamente tensa y convulsa arroja tan buenos resultados. Todos quedaron encantados y muy dispuestos a seguir participando en este tipo de iniciativas porque unos y otros lograron sus objetivos de preguntarle al presidente, ¿qué hay de lo mío? Eso sí, si lo que se pretendía era avanzar en la solución de la revolución de los señoritos, la cosa cambia. Porque todo sigue donde estaba. Nadie modificó sus ideas; nadie rectificó y nadie dio un paso al lado para allanar el camino.

Pero, pese a ello, el viaje-busca-apoyos para los Presupuestos de Pedro Sánchez por Cataluña dejó satisfechos a todos, que lo mismo es de lo que se trataba. La gira fue una sucesión de sesiones fotográficas, de un álbum para el recuerdo. Porque lo que queda de tantas reuniones son buenos modales, buenas palabras y muchas fotos. Fueron encuentros vacíos de contenido, de cuyo interés da idea que los folios con las propuestas más importantes quedaran olvidados sobre una mesa de la Generalitat.

Todos lograron sus objetivos. Muy raquíticos, por cierto. Los empresarios barceloneses, las pymes catalanas y los sindicalistas pudieron interesarse por sus demandas; la alcaldesa Colau, recuperar la co-capitalidad de la cultura y la ciencia a cambio de ayuda; Torra, ganar tiempo y protagonismo ante una cita electoral sin fecha, instalado en su erre que erre del «fin de la represión», amnistía e independencia. Los de ERC, ver desbloqueada la mesa de negociación, y Pedro Sánchez, sin duda el más beneficiado, lograr avanzar hacia la aprobación de los Presupuestos, que a estas alturas es lo que le quita el sueño; enviar el mensaje de que Cataluña es algo más que Puchi y Torra y tomar la iniciativa para «desplegar una acción política dirigida al entendimiento y al reencuentro».

Pero la cuestión de fondo se mantiene inmóvil a la espera del inicio de la mesa de negociación. Si al menos la gira hubiese servido para serenar los ánimos, habría que celebrarlo. Pero cuando Sánchez aún no había abandonado Cataluña, el Parlament aprobó una moción a favor de la autodeterminación y de un mediador internacional. Como antes de la gira fotográfica.