Imperdonable

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

Middle East Images

13 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Imperdonable». Así reza el titular de uno de los periódicos que, hasta hoy, estaba alineado con el ala más dura del régimen de los ayatolás. El diario Irán presentó su portada con un impactante fondo negro y la acusación en enormes letras blancas. La composición con la lista de las víctimas iraníes que fallecieron en el avión ucraniano derribado «por error» por su propio ejército no hace sino dar voz a la rabia, indignación e impotencia de un pueblo que se siente engañado por su Gobierno. La persistente negación durante tres días de que Teherán tuviera algo que ver ha airado a la población, que ha vuelto a salir a la calle, fundamentalmente, universitarios. Y, como es de esperar, las fuerzas antidisturbios se emplearán a fondo para sofocar las protestas. Tal es la tensión que se vive en Teherán que, hasta el embajador británico, que había acudido a una velada en memoria de los fallecidos, fue arrestado, contraviniendo la Convención de Viena para el cuerpo diplomático. Su liberación requirió que el Foreign Office se empleara a fondo.

 Este derribo, además de una tragedia que se ha llevado por delante la vida de 176 personas, es el epítome de un régimen que vive, quizás, unas de sus horas más convulsas. Descabezada la milicia más agresiva de su élite militar, con el asesinato de Soleimani, y con la economía absolutamente colapsada por el embargo internacional, la crisis social apenas si puede frenarse a golpe de fusil. La teocracia iraní se sustenta en sus fuerzas armadas que, en este momento, viven el desconcierto de tener que mantener la cara y responder al gran satán, EE.UU., cuando la población le cuestiona cada vez más. El derribo del avión es la muestra de su nerviosismo. Quizás sea el momento de una nueva revolución hacia la democracia, la modernidad y la separación entre religión y estado.