¿Tu hijo es de altas capacidades? Pero ¡si suspende matemáticas! Existe una falsa creencia de que las personas dotadas con altas capacidades tienen que obtener un excelente rendimiento académico y, en muchos casos, esto no es así por la desmotivación y el desinterés que acaban teniendo con respecto a las tareas escolares. El género también es una variable a tener en cuenta. Se identifican a más niños que niñas, porque los niños muestran más comportamientos disruptivos en el aula. Sin embargo, las niñas tienen una mayor capacidad para adaptarse al ámbito escolar y, en muchos casos, no muestran sus capacidades queriendo pasar desapercibidas. Lo que sí comparten es que, además de aprender conocimientos de una manera más rápida y por caminos completamente diferentes, perciben e interpretan de otra manera la realidad. Son personas con una alta sensibilidad, tienen un desarrollado sentido de la justicia y de la ética, presentan baja tolerancia a la frustración y, en muchos casos, aparecen características como el perfeccionismo, la autoexigencia y el miedo al fracaso (aspectos que suelen estar más acentuados en las niñas). Socialmente hay perfiles de todo tipo, desde los que lideran el grupo, hasta los que se sienten que no encajan con sus iguales, principalmente por los temas de interés tan específicos que presentan y, por lo tanto, buscan relacionarse con gente más mayor. En ambos casos, es importante que tengan la oportunidad de conocer personas con características cognitivas similares, con las que puedan compartir sus intereses, gustos, aficiones y puedan así ampliar su círculo social.