El sistema de selección elegido por la Administración autonómica de Galicia es un sistema lícito, regulado por el Estatuto Básico del Empleado Público y comúnmente empleado en muchas de las Administraciones Públicas de diferentes comunidades autónomas. Si bien es cierto que es un sistema que premia en cierta medida a aquellas personas aspirantes que puedan aportar méritos de haber trabajadores en la misma o distinta categoría en cualquier Administración pública, lógicamente en diferentes baremos, según la circunstancia, así como la formación impartida por escuelas de formación en Administraciones públicas. Pero es muy importante destacar que estos méritos únicamente serán tenidos en cuenta una vez superada la fase de oposición.
Es ahí donde desde nuestra organización aprovechamos para solicitar que sea un proceso limpio, justo, ecuánime y exigente, donde se seleccione a aquellas personas que demuestren ser las más preparadas. Para ello sería conveniente que desde la Xunta se pautase un número máximo de aspirantes que superen el primer ejercicio de entre dos o tres aspirantes por plaza, tal y como ya se ha establecido en procesos anteriores. Así como que se exijan unos temarios y ejercicios adecuados a las funciones de cada categoría, lo que supondría que el peso fuerte del proceso de selección recaería en la fase de oposición, y que una vez superada esta fase, aquellos que ya han demostrado estar entre los más preparados, puedan aportar los méritos oportunos.