Ha nacido el jáquer

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

15 nov 2019 . Actualizado a las 20:30 h.

L a Academia Española difundió la semana pasada una muestra de las novedades de la tercera revisión de la 23.ª edición del Diccionario. En ella aparecían voces tan populares como zasca, casoplón o centrocampismo junto a otras tan exóticas para los hispanohablantes europeos como dobletroque (‘camión’), enllavar (‘cerrar con llave’) o moqueguano (‘natural de Moquegua, Perú’). Nada se decía de uno de los partos del año, merecedor de portada en el ¡Hola!: por fin se ha dado carta de naturaleza a la familia léxica integrada por jáquer, jaqueo y jaquear.

Los piratas informáticos aparecieron tan pronto como los pillos vieron las muchas posibilidades que les ofrecía Internet para hacer de las suyas. Como casi siempre ocurre con las cosas de la Red, empleamos desde el principio la nomenclatura inglesa, hacker, que inicialmente se intentó sustituir en el uso por pirata informático. Así lo hizo la propia Academia cuando incorporó esa voz al Diccionario: «hacker. (Voz ingl.). m. y f. Inform. pirata informático». En la primera oportunidad, el DLE23.1, añadió una segunda acepción para reparar el honor de muchos de los injustamente tachados de piratas: «2. Inform. Persona experta en el manejo de computadoras, que se ocupa de la seguridad de los sistemas y de desarrollar técnicas de mejora».

Así como hacker se ha venido usando como sustantivo inglés, no ha ocurrido lo mismo con el verbo y el nombre que surgieron para describir lo que hacen esos señores, hackear y hackeo, semiadaptaciones poco recomendables, pues mantienen la raíz hack-, ajena al español. La Academia aceptó hackear porque era la forma que se extendió y se ha venido usando. Podría haber optado por orientar al hablante proponiendo tempranamente una adaptación plena, pero su criterio es no aceptar palabras que no estén asentadas en el uso. Con lo que se arriega a episodios como el del whisky, que no deja una mínima cuota de mercado al güisqui.

Pero parece que la RAE ya ha logrado documentar el asentamiento de esas adaptaciones sin tacha, y desde la semana pasada pueden encontrarse jáquer, jaquear y jaqueo en el Diccionario, que conserva hacker, hackear y hackeo, entradas desde las que se remite a las nuevas.

Ahora habrá que ver si las novedades llegan a tiempo de ser ampliamente aceptadas.