El cuerpeo en el juego viril

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

26 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«El onubense tuvo gasolina para correr un buen pase de Carlos Martínez a la espalda de la defensa y tumbar en el cuerpeo a su par». A la narrativa más épica de nuestra prensa deportiva le ha venido de maravilla la introducción en España del verbo cuerpear y el sustantivo cuerpeo, que es la acción de cuerpear. El diccionario de la Academia dice de cuerpear que significa ‘hurtar el cuerpo’ y que se emplea en Argentina, Bolivia y Uruguay. El de americanismos lo explica con más detalle a costa de la concisión: «Evitar un golpe o un contacto indeseado moviendo rápidamente el cuerpo». Añade que se usa metafóricamente con el sentido de ‘evitar una situación difícil o problemática’, y da otra acepción, ‘empujar a alguien con el hombro o el pecho’.

Los periodistas españoles han tomado cuerpear de los americanos. Generalmente, lo emplean con el sentido de ‘forcejear’, ‘enfrentarse cuerpo a cuerpo’. El no aficionado al fútbol deduce que eso es lo que significa, pues a veces se topa con el verbo cuando escucha o lee relatos sobre lances del juego viril que describen, por ejemplo, cómo un defensa del tamaño de un armario arrolla a un delantero menudito. Un caso: en una crónica leemos que un partido «acabó con Messi en el suelo dentro del área tras un cuerpeo de Oliveira». Los futbolistas asumen esos términos. Así, el vasco Iñaki Williams declara ante un micrófono: «Me he llevado el balón con la cabeza, he cuerpeado con el central, he recortado y solo he tenido que empujarla».

Tan sugerentes y expresivos son cuerpeo y cuerpear que allende los mares les han encontrado otras aplicaciones, una de ellas para acciones más íntimas. Lo deja claro un periódico ecuatoriano cuando explica las desdichas de las «sexoservidoras» de la zona de tolerancia de Guayaquil durante el reciente conflicto que llegó a paralizar el país. En el reportaje se relata el caso de una de ellas: «Pese a que se maquilló más de lo normal y dejó sus labios marcados de rojo para coquetear, nadie la contrataba para un cuerpeo».

Parece que el Diccionario va a tener que actualizarse. Aunque será una lástima si en el proceso pierde la sugestiva definición de ‘hurtar el cuerpo’, expresión sinónima de las más añejas huir el cuerpo y falsear el cuerpo (‘moverse con ligereza para evitar un golpe’). En Argentina también podrían decir mezquinar el cuerpo. Que es como hacerle a alguien la cobra, pero de cuerpo entero.