¿Alopecias en la infancia?

Eduardo Fonseca Capdevila EN LÍNEA

OPINIÓN

03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En la actualidad las alopecias en los niños son infrecuentes y raras veces suponen más que un trastorno estético y pasajero. Sin embargo, en un marco social de hiperpreocupación por la salud infantil, originan alarma y ansiedad familiar, a las que, por fortuna, el paciente suele ser ajeno.

Históricamente la causa más común eran las tiñas, para las que la única cura eran depilaciones u otros procedimientos más complejos y peligrosos (se llegó a utilizar la radioterapia y las sales de talio, con riesgo importante de mortalidad). De esta situación queda un miedo atávico a la alopecia infantil y la tendencia a considerar cualquier calvicie como producida por hongos.

En las últimas décadas las tiñas de cuero cabelludo en niños han sido muy raras y casi siempre por contagio de animales. Recientemente hemos empezado a ver algunas en niños de países con bajo nivel de vida, que han llegado a España por fenómenos migratorios o por adopciones internacionales y dado lugar a esporádicos contagios en el ámbito escolar. Su mayor problema es el diagnóstico, ya que ahora disponemos de tratamientos eficaces y seguros.

Hay alopecias ligadas a trastornos genéticos y que suelen acompañarse de otras anomalías, así como otras debidas a enfermedades generales de diversa gravedad o provocadas por tratamientos (todos conocen las asociadas a la quimioterapia). También son infrecuentes y su estudio y posible tratamiento se circunscriben a medios muy especializados.

En España, en épocas pasadas, fueron comunes las alopecias por carencias alimentarias, todavía azotes del tercer mundo, por ejemplo las asociadas al raquitismo o a la desnutrición grave. Aquí, las pocas que se ven suelen ser en adolescentes con trastornos alimentarios, como la tristemente famosa anorexia nerviosa. En el acervo popular queda la tendencia a administrar sin ton ni son vitaminas en todas las alopecias.

La alopecia más común en niños hoy día es la alopecia areata, más frecuente en niños atópicos y que se manifiesta como una o varias zonas de alopecia más o menos redondeadas. Se debe a una inhibición del crecimiento del pelo por un mecanismo inmunológico y en muchos pacientes se relaciona con factores psicosomáticos. Puesto que el folículo no desaparece, siempre es recuperable por completo, aunque puede llegar a producir alopecia total del cuero cabelludo e incluso de todo el cuerpo y ser muy persistente. No obstante, la norma habitual es la recuperación rápida y espontánea.