Un agosto internacional intenso

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

29 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto, desaparecidos Rivera y Arrimadas, entrevisto Pedro Sánchez, e interpretado por sus portavoces Pablo Iglesias, apenas nos deja a Isabel Ayuso y el poder de Rocío Monasterio en el centro de la escena. Acompañadas del tanteo de «sumandos por España» de Pablo Casado, estrategia electoral contestada por los suyos y los otros salvo donde los riveristas no existen, como en el País Vasco. Añadiendo a ello el desfallecimiento financiero de las autonomías por culpa de Pedro Sánchez, y el bloqueo por Alcaraz -hoy portavoz de Vox en el Senado- de una declaración institucional de solidaridad por los incendios en Gran Canaria porque incluía «el relato del cambio climático». Negacionismo al estilo del primo sevillano, antes de llegar Trump y Bolsonaro.

En nuestro país sin sueños, Galicia, agosto nos asombró con una rueda de prensa de la delegada de la Xunta vestida con la camiseta del Celta -Vigo va a más- y una certera y tenaz oposición de la Xunta al Gobierno provisional de Sánchez. Oposición con dos ejes de calado, la afrenta del dinero no adelantado que nos asfixia y una singular carta pública de la conselleira de Infraestructuras al presidente de Renfe. Alarmada sobre los trenes que tendrá Galicia en el servicio de la alta velocidad por venir. Sin referencias del «ancho de vía» desigual, según se vaya de Ourense hacia fuera o de Ourense hacia dentro, que los condiciona. Con Vigo aparte. Por ello uno se ve obligado a atender, quien lo diría, los atisbos de esperanza y racionalidad en la cumbre de agosto del G-7.

Allí se apareció Farik, ministro iraní de Exteriores, y se aprobaron 20 millones de euros para combatir los incendios en la Amazonia y promover «el relato climático» frente a Trump y Bolsonaro, de la mano del anfitrión francés.

Y con motivo de la irrupción de Irán y la Amazonia como ejes de la agenda del G-7, junto a la relativa discreción de Trump, manejado todo ello con maestría por Macron desde una debilitada Europa de los 27, atiendo a los movimientos en torno al acuerdo nuclear con Irán, a la crisis permanente -Israel por medio- con Siria, Líbano e Irán y allá al fondo Arabia Saudí e Irak, y a la cruenta guerra americana de los aranceles con China.

Con ello, la memoria trae aquel golpe de Estado contra el primer ministro Moussadeq en aquel Irán de 1953 -promovido por la CIA y el MI6 británico- en respuesta a la nacionalización del petróleo, entonces en poder de los británicos. También recuerda el gran proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, para transformar ese mundo conocido como el Edén de la energía, donde tanto Pakistán como Irán se configuran como ejes centrales.

Memorias sobre un orden político y económico internacional que condiciona nuestras vidas, más allá del pretendido fracaso de la globalización y de la vuelta a los estados nación. Problemas globales que solo se pueden abordar desde negociaciones multilaterales. Mejor si hay gobierno.