Crecimiento y convergencia en Galicia: ¿dos décadas perdidas?

Jose María Da Rocha EN LINEA

OPINIÓN

08 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre los años 2002 y 2008 Galicia pasó de estar en el grupo de las comunidades autónomas pobres a estar en los niveles promedio. Desde el año 2008 estamos en la mediana: es igual de probable encontrar a un español que viva en una autonomía más rica que encontrar a un español que viva en una autonomía más pobre que Galicia.

 Mucho se ha escrito sobre qué pasó, pero, a mi entender, la pregunta no es qué pasó. La pregunta es: ¿cuáles han sido los factores del crecimiento de la economía gallega?, ¿creceremos tras la crisis como lo hicimos en la primera década del siglo XXI?

La renta per cápita crece si crece alguno de los siguientes tres factores: la tasa de ocupación, el ahorro (la ratio capital/producto), o la productividad total de los factores. Podemos calcular estos tres números entre el 2002 y el 2016. ¿Y qué dicen los datos? No dicen nada bueno. Vayamos por partes.

Un 60% del crecimiento de la renta per cápita entre el 2002 y el 2008 se debió a un aumento de la tasa de ocupación (en particular la femenina, que creció un 25%). Ello es una muy buena noticia, pero no habla bien de la naturaleza del crecimiento de la economía gallega.

¿Por qué no habla bien? Porque una economía no puede crecer de un modo sostenido incorporando mujeres al mercado de trabajo. Una vez finalizado el proceso de incorporación de la mujer no podemos esperar que la tasa de ocupación aumente.

Tampoco puede crecer aumentando su «ahorro» (su ratio capital producto), porque este crecimiento se basaría en reducir nuestro nivel de bienestar (de consumo).

El PIB per cápita solo puede crecer de un modo sostenido si crece la productividad total de las factores. ¿Y a que tasa creció la productividad total de los factores en Galicia? Entre el año 2002 y el año 2016 a menos del 0,4%, una quinta parte de lo que es «potencialmente» posible (esto significa que en dos décadas hemos perdido un 23% de riqueza).

Y entones, ¿por qué hemos convergido con España? Los datos dicen que dos tercios de la convergencia con España se debieron a que la productividad española aún creció menos. ¡Somos tuertos! No es un gran consuelo. Mejor haríamos en poner menos atención en la convergencia con España y poner mas atención en tratar de entender por qué la productividad (total de los factores) crece tan poco en Galicia.