Tormenta de pactos

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

24 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En nuestra España de hoy ya no pasa un día sin que se anuncien nuevos pactos en distintos ámbitos de nuestra política y con diferentes propósitos. Se puede decir que toda clase de acuerdos son posibles, desde las combinaciones más esperables, hasta las más inverosímiles. Las sorpresas saltan por todas partes. Por ejemplo, un acuerdo de izquierdas ha terminado con 26 años de gobierno de Coalición Canaria. Así, los pactos han ido dando al PSOE y a sus asociados el poder en muchas de las autonomías. 

Y ahora se aceleran las negociaciones de los socialistas para conseguir la investidura de Pedro Sánchez, quizá el 8 de julio. Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ya ha manifestado que su grupo no va a ser el responsable de unas nuevas elecciones generales. Lo mismo han dejado ver los aberzales de EH Bildu, que ya no plantean un voto negativo, sino una abstención constructiva. Y la pregunta ingenua que uno puede formular aquí es: «¿Constructiva de qué?». Porque nadie oculta sus intereses.

En esta situación no han faltado voces partidarias de que PP y Ciudadanos se abstengan en la sesión de investidura, para evitar que Sánchez nos enfangue a todos en una carrera de concesiones para sus valedores independentistas. Pero mucho me temo que el camino ya está trazado, con mucho rollo de «derecho a decidir», «parlem catalá» e inmersiones varias. Es decir, con líos y malos caminos por delante. Por ello, hasta un pacto PSOE-Ciudadanos tendría sólidos atractivos. Pero la realidad es que los buenos caminos se han ido cerrando, entre otras cosas, porque Pedro Sánchez no apostó por ellos cuando solo apostaba por sí mismo. Ahora cada uno galopa hacia su propia meta.

Es este un momento inquietante, que parece anunciar tensiones futuras. Porque, más que estar a punto de resolver un problema, parece que estamos a punto de crear otros riesgos o enconos futuros. Por ello, en esta tormenta de pactos, vienen a cuento dos frases de Albert Einstein: «La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa», y «los problemas que tienes hoy, no los puedes solucionar pensando igual que pensabas cuando los creaste».