Pocas situaciones resultan más gratificantes para un abogado de Familia que comunicarle a un padre que un juez le ha concedido la custodia compartida de sus hijos. Su alegría es infinita y su reconocimiento como ser humano capacitado para criar a sus vástagos también le resulta importante. Desde hace no mucho tiempo un grupo de profesionales del Derecho ha estimado que el favor filii, o interés del menor, debe primar por encima de cualquier otra circunstancia y según ellos la custodia compartida, salvo excepciones, es lo más conveniente para los hijos de progenitores que rompen su relación de convivencia. Es evidente que dos adultos que se separan no se quieren, pero eso no quita que lo más importante para ambos sean sus hijos. Hoy esto empieza a parecer normal, pero hasta hace unos años muchos padres ya no pedían la custodia compartida frente a la certeza de que no se la otorgarían. Afortunadamente el Derecho ha evolucionado a la par que los tiempos. Lejos quedan aquellos papás que ni un pañal sabían cambiar y que delegaban todo lo referente a sus hijos en sus parejas. Antonio Alcántara es parte de la historia de España, de igual manera que lo es el Cid Campeador. Si una pareja no funciona tendrá que romperse, pero sin llevarse por delante la relación de unos hijos con sus padres.