Intérpretes

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

08 jun 2019 . Actualizado a las 10:10 h.

Hay una gran diferencia entre la gente muy informada y la gente bien informada. Los primeros me producen lástima y los segundos, envidia. Estar muy informado no es difícil, basta casi con descuidarse. Estar bien informado, sin embargo, requiere disponer de fuentes adecuadas y, sobre todo, de intérpretes capaces, que sepan separar lo importante de lo accidental y, sobre todo, que sepan explicar qué significan los acontecimientos y qué implicaciones podrían tener en el futuro. Es decir, expertos aptos, primero, para seleccionar de la torrentera de hechos verdaderos y falsos, frívolos y sustanciales, decisivos e irrelevantes que se producen todos los días y que nos alcanzan cada vez más fácilmente y por un número creciente de canales. Y hecha la criba -criba y criterio son palabras emparentadas-, la persona bien informada decidirá qué asuntos no puede obviar y en cuáles profundizará, con ayuda de intérpretes profesionales. A eso se le llamaba periodismo y solía vincularse con la libertad y la calidad democrática.

Pero el periodismo está en crisis, y no de modelo de negocio, sino simplemente de modelo. Por su culpa, y por la saturación de las audiencias. Aumenta el número de gente que no quiere saber nada: cae la facturación de la industria periodística y se dispara la de los videojuegos. También los hay que se informan mal, bien porque reciben más datos de los que son capaces de procesar, bien porque les llega material de baja calidad. Estos suelen presumir de informarse solo a través de las redes y habitan en burbujas ideológicas casi impermeables.

La polarización y el fenómeno de los haters tienen todo que ver con la crisis del periodismo, del pluralismo.

@pacosanchez