El expresidente del Barcelona Sandro Rosell ha sido absuelto por la Audiencia Nacional de los delitos de los que se le acusaba. Ha permanecido 22 meses en la cárcel y ahora debemos plantearnos quién le va a resarcir de todo el tiempo que pasó indebidamente entre rejas. Si hay algo más horrible para un ser humano que el hecho de estar encarcelado por haber cometido un delito, es estarlo sabiéndose inocente de los que se le acusan. Afortunadamente casos como el de Rosell no son frecuentes, pero no por eso deja de haberlos.
Hay gente que lo único que pretende es volver con los suyos y olvidarse de tamaña pesadilla, pero los más acometen acciones judiciales encaminadas a que, aunque solo sea parcialmente, el Ministerio de Justicia se vea obligado a subsanar su error judicial a través de la correspondiente indemnización.
Al que reclama, las cantidades que pueda obtener bastantes años después le van a parecer ridículas, pero en un mundo donde se tiende a exigir responsabilidades a cuanto profesional comete una negligencia no debe irse de rositas un magistrado que priva de libertad durante casi dos años a un ciudadano que posteriormente otro tribunal declara inocente por falta de pruebas en su contra. Los jueces también deben responder de una mala praxis.