A las puertas del paraíso

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

28 mar 2019 . Actualizado a las 07:56 h.

Señoras y señores, bienvenidos al paraíso. Lo tenemos al alcance de la mano. Falta exactamente un mes para poder cruzar sus portalones, tras las que nos espera un coro de arcángeles que nos darán la bienvenida. Uno de ellos se llama Pablo, Pablo Casado, y nos ofrecerá el milagro de vivir bien suprimiendo algunos dolorosos impuestos y pagando menos por otros. El otro se llama Pedro, Pedro Sánchez, y subirá impuestos, pero solo a los más ricos, solo a las grandes empresas y, a cambio, los demás disfrutaremos de todo bienestar imaginable. Se acabará la pobreza infantil gracias a su magnanimidad. Habrá renta básica para los necesitados. Se acabarán las penurias de ir al dentista, porque la salud bucodental se integrará en el sistema sanitario público. Habrá garantía de igualdad de oportunidades, que ya está bien de privilegios y castas. Las pensiones se indexarán al IPC. El salario mínimo seguirá subiendo sin que lo reclame el incordio de Pablo Iglesias. Además, tendremos siete pactos de Estado, entre ellos el imposible de Educación. Y todo ello, con mover solo cinco palabras: «Mayoría, fortaleza, proyecto, diálogo, estabilidad».

 Lo dicho: el paraíso, y debe ser verdad porque los ministros aplaudían como si fuese palabra de Dios, te alabamos, Señor. Nunca he visto a tantos ministros con tanto fervor de aplausómetro. Solo les faltaba haber elegido un portavoz que subrayase cada compromiso del amado presidente: «¡Qué bonito! Repítelo, Pedro, que suena muy bien. Tócala otra vez, Sam». Seguro que se lo dijeron después, porque tanta belleza programática no podía quedar sin glosa. Y eso de no depender de nadie… Eso de depender «de sus propias fuerzas», ¡qué hermosa osadía! ¡Qué bello horizonte pasar de los 84 diputados a la mayoría suficiente! ¡Qué desafío a Pablo Iglesias, que está esperando y pidiendo mojar! ¡Qué palo a las derechas, que no podrán repetir que Pedro es rehén de independentistas! ¡Qué golpe a Torra, que no podrá traficar con escaños a cambio de presos o autodeterminación!

¿Ven ustedes qué fácil es hacer un programa? Basta darse una vuelta por el recetario de demandas de los grupos sociales, se recopilan y ya está. Alguien dirá que faltan estímulos a la economía y a la inversión, pero esas son cosas de la derecha, que el socialismo está para repartir. Alguien dirá que, además, hay que crear un marco económico atractivo, incluso ilusionante, pero el desafío más urgente es combatir la desigualdad a base de leyes y decretos en el BOE, algo que está muy ensayado. Y si alguien pregunta cómo se financia todo eso, más difícil es contestar cómo el Estado mantiene sus ingresos si gana el Partido Popular y hace eso que llama «revolución fiscal».