Son nuevos tiempos

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

27 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En la historia reciente de España, en la época democrática, no encontramos una etapa de tanta crispación política y social como la actual. Ni en aquellos años en los que unos descerebrados intentaron chafarnos el futuro a base de tiros en la nuca, nuestras clases dirigentes mantuvieron un clima tan agresivo ni sumieron a las instituciones en el desasosiego y la incertidumbre en las que se encuentran hoy. Son tiempos nuevos; o nueva política, que lo mismo tiene.

De nuestra vida pública han desaparecido los debates sosegados, los programas, los razonamientos, los argumentos y el respeto para dar paso a las descalificaciones, los insultos, las mentiras y las ofensas. Una nueva clase política, obsesionada por alcanzar el poder se ha instalado en nuestras instituciones y en nuestra vida pública y está embruteciendo el ambiente y trasladando esa tensión a la ciudadanía.

Y es que a este clima de enfrentamiento no se llega por casualidad. O por un error. Ni en una semana. O en un mes. Se llega con un trabajo orquestado y con un plan premeditado, programado y ejecutado. La dureza de las intervenciones, adobadas en algunos casos de violencia verbal, no han surgido de la nada y lo peor es que existe la sensación de que han venido para quedarse.

Hace algún tiempo reclamábamos rigor y contenido en los mensajes y discursos. Hoy ya nos parece una quimera porque ahora lo que necesitamos es sosiego y recuperar el respeto por los demás. Subirse a una tribuna o situarse tras un micrófono no legitima para ofender. Aunque se haga amparados tras una sonrisa. En los últimos meses el discurso político se ha convertido en una disputa más próxima a la trifulca de una barra americana que al debate entre personas que guardan la representación de millones de españoles.

Cierto que la revolución de los señoritos catalanes ha contribuido a ello, con sus amenazas, incidentes y algaradas. Como la llegada de la ultraderecha y sus asociados. Pero a ello se ha sumado esta nueva clase política formada por iletrados, arrabaleros y bravucones.