La cola del Marco

Isaac Pérez Vicente NON, ASÍ NON

OPINIÓN

16 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El espontáneo aplauso a la intervención de Luis Sirvent en el encuentro Os espazos culturais da arte en Galicia: estado da cuestión 3, celebrado el pasado martes en el Consello da Cultura en Santiago, debiera poner de relieve la necesidad de un cambio significativo en la organización de estos encuentros, que vienen sucediéndose, inútilmente, desde hace décadas

Las respuestas de los organizadores a lo dicho por L. Sirvent, disconformes por el cuestionamiento de su papel, revelaban cierto enojo. Y sin embargo ya había dejado patente Sirvent que aquello era un debate y no una cuestión personal.

Sorprendentemente, la posterior emisión en red de las intervenciones omitió el pasaje del discurso que en buena medida motivó los aplausos y claramente ofendió a los organizadores. Tenemos algunos la sospecha de que el nombre ajustado para eso no es descuido.

Venía diciendo Sirvent que el que algunos miembros de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario ejercieran también como miembros de la Ponencia de Artes Plásticas del Consello da Cultura era una concentración de poder que generaba una manifiesta endogamia que provoca rechazo social, que no se tenía en cuenta una deseable diversidad de opinión sobre las decisiones… Preguntaba también por qué en la crisis del Marco ambas instituciones comunicaron tarde y ambiguamente su opinión sobre el asunto.

Ya se ve, nada del otro mundo. Todo habría quedado en nada sin el freudiano lapsus. Como algún ponente habló de la sociedad del espectáculo, justo es decir que a esta le preocupa la espontaneidad porque no la puede medir, por tanto promueve la claque, a la que muchos se apuntan, precisamente para contemplar el espectáculo gratuitamente.

Tal vez los organizadores acostumbrados a la pasividad que no cuestiona su competencia, que parece autoridad, erraron en el cálculo.

Como alguien mencionó el concepto sociedad administrada, la que determina un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio, me pregunto si el coleccionista de arte Sirvent tendría que ceñirse exclusivamente a su competencia, el artista a la suya, el público... Pero entonces ¿cuál es el debate, aportaciones que refrenden sus decisiones y conclusiones y dentro de un tiempo organizamos el número 4?

Otra persona apuntó: «Estabamos de costas a Portugal». Vale, pero más urgente, «estamos de costas a nós mesmos». No hay debate real si es competencia exclusiva de algunas instituciones y sus redes particulares.

La cuestión es la de siempre: por qué en tres décadas con sus correspondientes debates no se han solucionado algunos problemas que lastran el funcionamiento de las instituciones en cuestión: definición de modelos museológicos, concursos públicos pertinentes y transparentes, autonomía de gestión, función de los patronatos, código de buenas prácticas… Algo por donde empezar.

Así las cosas, la posición de los miembros de la Ponencia de artes plásticas del Consello da Cultura es, cuando menos, inestable. La Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario solo rinde cuentas ante sus miembros.