Ya estaban aquí

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

Chema Moya

09 dic 2018 . Actualizado a las 09:27 h.

Poco antes de escurrirse por el sumidero resbaladizo de la crisis política que engendró la financiera, el gen vanidoso de Rosa Díez proclamó en el año 2013 que en España había millones de españoles que eran de UPyD y que no lo sabían. La sentencia se despreció con el hartazgo que siempre provocan las exageraciones pero en el fondo Díez tenía más razón que una santa porque uno de los grandes rasgos de los españoles es ser una cosa y decir que son otra. Pasaba con UPyD y pasa ahora con Vox, el dinosaurio que cuando nos levantamos seguía aquí. Toda esta gente existía y estaba. Andaba por ahí exigiendo un tipo de hombría que huele a Floyd y pelo en pecho; reivindicando más virilidad política, más partidos machotes y un grito de Tarzán que les devolviera su lugar en la selva. Vox existía ya. Eran esos que no hablaban de golpe de Estado si no de enfrentamiento entre españoles y cruzada, esos que pronunciaban maricón con las comisuras inclinadas por la ira, esos que entendían España a través de los chistes de Arévalo, esos a los que siempre les sobraron partidos, españoles y matices.

Ahora utilizan la Reconquista como propósito y como metáfora. La gran cruzada de España, la gran gesta que nos explicaron en los colegios con todos sus surrealistas detalles era algo así: a España llegaron un día unos moros que se quedaron ochocientos años. Los españoles se atrincheraron todos juntos en Roncesvalles con don Pelayo. Un día empezaron a bajar hacia el sur para recuperar España hasta que expulsaron al último moro que vivía en Granada, aquel moro que lloró como mujer lo que no supo defender como hombre, ole, ole y ole. De esa España inexistente habla Vox. Puede que haya millones de españoles de Vox. También los había de UPyD.