Los lapsus de los políticos

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

L a diputada madrileña Beatriz Galiana acaba de decir en una sesión parlamentaria: «En Madrid hay niños con más derechos que otros y niñas con más derechas que otras». Incurrir en un error así es un riesgo que corren quienes emplean en sus intervenciones desdoblamientos del tipo de los españoles y las españolas, los trabajadores y las trabajadoras, etcétera.

Son muchos los personajes de la vida pública que han sufrido tropiezos similares al hacer femeninos de palabras que no lo tienen. Recordemos el «jóvenes y jóvenas» de Carmen Romero, que recientemente retomó la diputada madrileña Lorena Ruiz-Huerta; el «miembros y miembras» de la exministra Bibiana Aído y de Pedro Sánchez, que después dijo que era una broma; o el «portavoces y portavozas» de Irene Montero. Aunque pocos casos tan memorables como el de Nicolás Maduro, que anunció orgulloso: «Hoy tenemos millones y millonas de Bolívar».

El caso de Beatriz Galiana fue explicado por sus correligionarios como un lapsus, el mero cambio de una letra, aunque la construcción de la frase la delata. Con «hay niños con más derechos que otros y niñas con más derechas que otras» atribuye derechos a los niños y derechas a las niñas. Si no hubiese querido usar derecha como femenino de derecho ‘cosa que alguien puede exigir de acuerdo con una ley o con unos principios morales o sociales establecidos’, habría dicho en su estilo: «En Madrid hay niños y niñas con más derechos que otros y otras».

Personajes de todo el espectro político han caído en algún sonado lapsus linguae, un error involuntario cometido al hablar. Recordemos cuando Zapatero, siendo presidente del Gobierno, dijo que la relación en turismo con Rusia había sido para «estimular, favorecer y follar», aunque cayó a tiempo de la burra y se corrigió: «... para apoyar». No sabemos en qué estaría pensando María Dolores de Cospedal cuando anunció una política «para saquear a Castilla-La Mancha del bache en el que nos han metido» o cuando afirmó: «Hemos trabajado mucho para saquear nuestro país». Freud estudia los lapsus linguae en Psicopatología de la vida cotidiana y dice que son producto del inconsciente. Se escapa una palabra inhibida (en general, de carácter erótico) y sale un disparate. Nos preguntamos dónde está el erotismo freudiano de esta frase de Mariano Rajoy ante el pleno del Congreso: «Lo que nosotros hemos hecho es engañar a la gente». Porque ese fue todo un lapsus.