Un (nuevo) ejercicio de fe

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta PAISANAJE

OPINIÓN

Ballesteros | efe

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cuentas que acaba de presentar el equipo económico de Pedro Sánchez guardan una preocupante similitud con las del partido que ha relevado en la Moncloa: suponen, como todas las que presentó Cristóbal Montoro, un acto de fe. Hay que creerlos porque sí. Los números vuelven a flaquear por el mismo lado: los ingresos. Hay que ir con creencia ciega para dar por bueno que Hacienda recaudará por los impuestos a las grandes tecnológicas 1.200 millones, el doble de lo previsto hace solo un año; asumir que la fuerte subida del salario mínimo generará 1.500 millones extra, sin calcular qué conllevará esa medida para la creación o destrucción de empleo; contar con 218 millones más solo porque los grandes morosos van a pagar, sin revolverse, porque sí; o fiarse en que ese cajón de sastre llamado «lucha contra el fraude» permitirá anotarse 500 millones más.

Ninguna medida que se toma en materia fiscal -y hay abundantes en los Presupuestos para el 2019- es neutra, siempre tiene consecuencias. Y no parecen bien medidas las que se acaban de presentar. Pero bien, insistamos, nada nuevo. Y a Bruselas no les debería extrañar porque lo de inflar las previsiones de recaudación es typical spanish. Como incumplir el déficit.

Otro acto de fe: la previsión de crecimiento y creación de empleo. Sabiendo que hay una guerra comercial global, un brexit inminente que no pinta nada bonito, y que el turismo da señales de agotamiento, es prudente revisar el PIB a la baja, sí, pero el ritmo de crecimiento se antoja insuficiente para atajar el preocupante nivel de paro.

Y tercer elemento, no de fe, sino de certeza: son unas cuentas que beneficiarán a millones de españoles, sin duda, pero a unos más que a otros, solo por el territorio. Cataluña se prepara para una extra de 2.200 millones a cambio del apoyo de sus diputados independentistas. Así que, señor Feijoo, anímese con un procés a la galaica, que ya sabe que tendrá premio.