Mentirnos

Manuel Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

23 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Estamos en una época en la que proliferan los eufemismos por doquier, en los que se usan palabras o frases blandas para enmascarar la dureza de las palabras reales. En este sentido, llevan ya tiempo con nosotros las llamadas noticias falsas (fake news), que, sin eufemismos, deberían llamarse mentiras, porque eso es lo que son. Esas mentiras se asientan en palabras, en imágenes estáticas y en movimiento (vídeos, películas). La tecnología digital ha puesto al alcance de la mano de cualquier mañoso de Internet los medios necesarios para poner la cara de una persona en el cuerpo de otra y, en consecuencia, hacer como si hiciera lo que en realidad no hace. Es el caso de los conocidos vídeos pornográficos de estrellas famosas, cuyos rostros han sido insertados en los cuerpos de actrices porno. En definitiva, falsas verdades o simplemente mentiras.

Ahora (La Voz, 14 de agosto) han surgido otras mentiras, en las cuáles las personas se mienten a si mismas (Mentirnos). Si no estás contento con tu figura puedes retocarla de forma sencilla, agrandando los ojos, reduciendo el tamaño de la nariz, blanqueando los dientes, eliminando cualquier rastro de arrugas, etcétera. Al final queda tu mentira plasmada en tu rostro, que ya no es el tuyo, pero sí es el que te gustaría tener. Es la mentira para ti, que cuelgas en las redes sociales para que los demás te den el me gusta y puedas disfrutar las mieles de tu automentira.