El complejo de culpa

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

20 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Abel Caballero, además de político y economista, es autor de alguna novela. Yo leí una de ellas, por lo tanto mi conocimiento de su obra es parcial. No obstante, confieso que después de leer aquel volumen sobre luchas templarias, quedé sin fuerzas para enfrentarme a otro de sus relatos. La novela era pésima. Sin embargo reconozco en el autor afán de información. Debiera saber el novelista/alcalde que el talento reside en la forma, la estética, y que la jerarquía de autores se fundamenta por su capacidad para la originalidad y la metáfora, no en la documentación. Estos días acude documentado a sus ruedas de prensa para significar que la culpa no era suya. Y yo, acosado por la literatura, me voy con Dostoievsky. Nadie escribió como él sobre la culpa. Imagino que Caballero lo habrá leído. Aunque si me fío de su novela templaria, concluyo que no. No se puede tener a Dostoievsky como maestro y perpetrar una novela como aquella que yo leí. Pero supongamos que sí. Que ha leído al maestro ruso. Crimen y castigo o Los hermanos Karamazov son novelas que versan sobre la culpa. Escritas desde un poder cognitivo y una prosa excelsa. Obras magistrales. Sin embargo, yo me quedo con El jugador, la historia de un individuo tan fustigado, atormentado y obsesivo, que solo encuentra en el juego una salida a su infelicidad. Así veo yo a Abel Caballero: atormentado. Y con un complejo de culpa que lo supera y abate. 

Me explico. Siempre le he pedido a la política finura. ¿El alcalde de Vigo la ha tenido? Cuando dijo que quisiera haber visto a Feijoo en el lugar de los hechos la noche del derrumbamiento, está acusándose a sí mismo. Cuando pretende quitarse responsabilidad, también. Le ha faltado galanura. Volar un poco más alto, como pretenden los buenos novelistas frente a los novelistas templarios. Era el momento de no caer en la política de baja estofa. Perseverar no en la búsqueda de un culpable, sino en resolver problemas. Será la Justicia quién dirima responsabilidades. Abel Caballero lleva días echando balones al tejado del PP. No hay mejor defensa que un buen ataque. Pero los del PP decían unos días antes, literalmente: «Esperemos por el bien de todos que no pase nada durante ni después del evento». Además, un convenio de 1992 responsabiliza al Ayuntamiento de Vigo del mantenimiento del muelle. Hay, incluso, una sentencia que condena al ayuntamiento a indemnizar a una accidentada. Y por si esto no bastase, la autorización y vigilancia de estos eventos corresponde al Ayuntamiento de acuerdo con la Ley de espectáculos públicos de Galicia. Para terminar: el ayuntamiento de Vigo está gobernado por el PSOE. Pena que los medios públicos de Madrid, y los privados al rojo vivo, no lo recuerden a menudo. Será que no están tan bien documentados como las novelas de Abel Caballero.