No es eutanasia

OPINIÓN

09 ago 2018 . Actualizado a las 08:39 h.

La limitación del esfuerzo terapéutico es buena praxis médica. Lo contrario es incurrir en obstinación terapéutica, que a veces incluso termina siendo encarnizamiento. La limitación no es nunca abandono ni aceleración de la muerte, sino adecuación de los tratamientos a la situación del paciente. Los cuidados que se limitan son diversos: la reanimación cardiopulmonar, la respiración asistida, la hemodiálisis, la quimioterapia, la hidratación y nutrición artificial, los antibióticos, una cirugía, las transfusiones de sangre y hemoderivados… Es decir, todo aquello que no está indicado en este enfermo concreto, que ya ha iniciado su proceso de muerte y que, por tanto, lo único que haríamos con esos tratamientos es prolongar su agonía.

Eso es lo que ha respaldado hace unos días el Tribunal Supremo del Reino Unido.

La eutanasia es otra cosa bien diferente, y por eso mismo tiene otra valoración moral y penal. Se define como la acción médica que tiene por objeto acabar con la vida del enfermo que así lo ha solicitado. Normalmente se hace administrando una combinación de fármacos. Que tampoco hay que confundir con la sedación. Esto está bien claro desde hace años, tanto en Medicina como en Bioética y en Derecho. Confundir los términos no hace más que emponzoñar un debate (legalizar la eutanasia sí o no) ya de por sí difícil. Los periodistas tienen una obligación grave de manejar bien los términos y los datos.