Llegan los «festivals»

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

28 jul 2018 . Actualizado a las 01:09 h.

Nuestra atención no estaba centrada precisamente en los festivales musicales de verano, pero un programa de radio nos despertó la curiosidad. Se hablaba sobre el Valbuena Summer Festival 2018: Rural New World. El tema de la conversación era, naturalmente, el nombre inglés del festival del municipio de Valladolid donde ya empiezan a madurar las uvas con las que se hará el Vega Sicilia del 2018. ¿Qué se gana poniendo denominaciones inglesas a las cosas de aquí? ¿Es necesario recurrir a un idioma extranjero? Evidentemente, no. Pero un vistazo al panorama musical del verano nos descubre la existencia de muchas decenas de festivales que recurren a la lengua de Shakespeare en busca de un toque entre guay y molón.

Este fin de semana se celebra el Low Festival de Benidorm, y en Barcelona, en retransmisión vía satélite, el Unite with Tomorrowland. Las entradas, desde 60 euros, para ver las actuaciones de Tomorrowland en una pantalla, como alguna rueda de prensa de Rajoy. Pero festivales con nombre anglicado los hay por todo el país: Empower Music Fest (Fuenlabrada), Los Álamos Beach Festival (Estepona), Chanquete World Music (Nerja)... En esa carrera hacia la inmersión en el inglés compiten con jóvenes corredores llenos de entusiasmo, los programas de televisión, que, por ejemplo, llegan a suprimir las palabras niño e infantil en beneficio de kids: Idol Kids, La Voz Kids... Es la telekids.

Entre los festivales que superan satisfactoriamente la fiebre anglicista aparecen muchos de los que se celebran en Galicia. Unos tienen nombre gallego, como O Son do Camiño (Santiago), el Osa do Mar (Burela), o el Castelo Rock (Muros). Se denominan en castellano algunos más, como el Festival de la Luz, de Boimorto. No obstante, proliferan los que recurren a la palabra fest, que aquí tomamos del inglés y que los británicos pidieron prestada al alemán. Esta voz de uso coloquial aparece en el Esmorga Fest (Sarria), el Caudal Fest (Lugo), el Catastro Fest (Ferrol) y otros. Claro que pocos hay con un bagaje y una tradición de varias décadas que les permitan ser conocidos solo por un nombre sencillo y descriptivo en una de nuestras lenguas, como el Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira, el Festival Irmandiño de Moeche o el Festival de Pardiñas.