Uno de los nuestros

María Xosé Porteiro
María Xosé Porteiro HABITACIÓN PROPIA

OPINIÓN

19 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocos países tan pequeños han dado figuras de tanto alcance mundial. Castro, sin ir más lejos, es un apellido con resonancia internacional tanto en la política como en la literatura, que nos vincula además a la cultura ancestral de esta periferia del Occidente europeo. La gran Rosalía, cuando publicó Follas Novas en la imprenta de Alejandro Chao, vigués influyente en la sociedad cubana de la segunda mitad del XIX, se lamentaba de que la mayoría de nuestros paisanos fueran relegados a los trabajos más penosos que comparó con una nueva esclavitud. Otros, en cambio, como Ángel Castro Argiz, hicieron fortuna en ingenios azucareros o plantaciones de tabaco. Cuando su hijo Fidel conoció la casa petrucial de Láncara de la mano de su amigo y paisano, Manuel Fraga, murmuró, contrito, que entendía que su padre huyera de aquella Galicia rural en busca de un futuro mejor.

Unos años antes, pero desde el Castropol que está según se cruza el límite con la raya asturiana, lo había hecho el joven Ramón Díaz Canel, dispuesto a hacer las Américas. Lo consiguió con una fábrica de muebles y fue el primero de una saga que ha dado periodistas, alcaldes y hasta un ministro de Educación que será desde hoy el presidente, heredero del legado de los Castro Ruz. De nombre Miguel, este ingeniero nacido casi al mismo tiempo que triunfaba el Movimiento revolucionario 26 de julio, llamó la atención de los medios cuando recibió a Obama siendo ya vicepresidente, porque sonaba como sucesor, y -según las malas lenguas- también por su atractivo personal. No tiene currículo militar y con el suyo, su apellido se incorpora a la lista de revolucionarios que forman parte de nuestra tribu, como el líder comunista Carlos Rafael Rodríguez, ideólogo de la reforma agraria, o uno de los fundadores del partido comunista de Cuba, José Rego, o el héroe del Moncada, Julio Trigo…

La Asamblea Nacional de hoy, 19 de abril del 2018, volverá a elegir presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros a uno de los nuestros. Con él van ya tres liderando al régimen cubano desde 1959, manteniéndose además el segundo Castro al frente del partido hasta el 2021 cuando lo dejará, hecho un rapaz de 90 años.

Y si tiene usted la posibilidad de darse una vuelta por la Perla de las Antillas, aproveche ahora para probar la rica langosta con mantequilla o la parrillada de lechón que preparan en el Restaurante Castropol, en sus orígenes sociedad de atención para los emigrantes fundada por los antepasados del próximo presidente cubano. Además de conocer uno de los restaurantes con más solera de La Habana (recomendado por Lonely Planet) sabrá lo que se siente mirando al océano desde el Malecón sobre el que abre sus balcones. Ya sabe, ese lugar desde el que los cubanos vislumbran otros mundos mientras sueñan con que desde el nuestro no los dejemos caer en el olvido.