El héroe de Trèbes

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

27 mar 2018 . Actualizado a las 07:37 h.

Nos olvidamos. Para nosotros suelen ser un síntoma de problemas, una molestia a nuestra vida cotidiana, un recordatorio de que debemos respetar las leyes para garantizar la convivencia, por eso nos olvidamos de cuál es su verdadera función. Pero, cuando hay un problema, cuando se produce un accidente, cuando surge una amenaza grave para nuestras vidas, entonces, sí nos acordamos de ellos, les llamamos, nos aferramos a sus manos y por un instante se convierten en nuestros héroes.

Eso ha pasado esta pasada semana en Guillena, cuando un guardia civil, el cabo Díaz, perdió su vida al intentar salvar a tres personas atrapadas en un vehículo arrastrado por una riada. Y también ha pasado en el pequeño pueblo de Trèbes, a tan solo quince kilómetros de la histórica ciudad francesa de Carcasssone, cuando un teniente coronel de la Gendarmería, Arnaud Betrame se cambió por una rehén a manos de un terrorista islamista atrincherado en un supermercado. Y es que la mañana del viernes nada presagiaba que un joven de 26 años, de origen marroquí, Redouane Ladkim, conocido por las fuerzas de seguridad por ser un delincuente común, se abalanzaría sobre un coche en Carcassone matando a un ocupante e hiriendo al conductor e iniciaría una loca carrera hasta Trèbes, donde se haría con quince rehenes que, en ese momento hacían la compra o atendían el supermercado.

Es el ataque más grave ocurrido en Francia de los últimos diez meses y sirve para recordarnos que los lobos solitarios, los jóvenes de origen magrebí o árabe, generalmente, con un pasado difícil o sin expectativas de futuro, son la carne de cañón del Estado Islámico, una organización terrorista oculta en las sombras de la clandestinidad, pero que se niega a desaparecer. Por eso no debemos olvidarnos de que la Policía y la Guardia Civil están para evitar que sucesos así tengan lugar y que, en caso de que se produzcan, están para protegernos, incluso al alto precio de sus vidas, aunque a muchos les cueste reconocerlo.