¡Wahafis Baran Galicia!

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No tenemos más amigos que las montañas. El viejo refrán resume la experiencia vital de los kurdos desde el comienzo de los tiempos porque nunca han tenido ningún otro amigo de verdad que las cordilleras de los Zagros y los Tauros. Cumbres escarpadas de miles de metros de altura y valles encajonados entre moles de piedra, interminables laderas y ríos escondidos, que llevan recorriendo desde hace miles de años y que les han servido de sustento y de protección en las guerras y de alivio en la paz. Porque la historia de los kurdos está escrita en rojo sangre de luchas intestinas y enfrentamientos con las grandes potencias que, desde hace siglos se disputan su territorio, y en el negro de la traición de todos aquellos a cuyo lado han peleado.

En un círculo vicioso, cuando surge algún problema grave son los kurdos los primeros que acuden al frente para acabar con el enemigo, tal y como ha sucedido con el Estado Islámico pero, en cuanto hacen el trabajo sucio son los «grandes» los que quieren repartirse el beneficio. Así, ahora que las YPG han logrado expulsar a los yihadistas y a las fuerzas de Damasco de la zona fronteriza con Turquía y han creado una zona segura con un Gobierno democrático de mayoría kurda, los turcos no han dudado en atacarles para impedir que sigan con su proyecto de pacificación.

Un proyecto que atrae a personas de todo el mundo, incluido al joven gallego Samuel Prada León. Una muerte que nos llena de pesar, de la que nos condolemos y que debe hacernos reflexionar sobre la imperiosa necesidad de impedir que Turquía siga bombardeando las posiciones kurdas en Siria solo porque odia la idea de que los kurdos alcancen el autogobierno que se merecen. ¡Wahafis, hasta siempre, Baran Galicia!