Una medalla que nació en Río

Luisa Domínguez DESDE LA PISCINA

OPINIÓN

28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Para un nadador, un oro mundial es algo muy importante, pero para Mireia Belmonte, en este caso, era lo que le faltaba. Salió de los Juegos de Río convencida de que quería preparar el Mundial cuando otros muchos se han tomado este año como sabático. Y todo, porque tenía el oro en mente.

Mireia vive para la natación las veinticuatro horas al día. Es cierto, eso sí, que tiene la madurez y la edad (26 años) para hacer un esfuerzo que no le podemos pedir a una chica de 20 años. La gente que llega a su edad compitiendo tiene un plus. Mireia lo tiene y vive para esto, solo para esto. Está claro, como se ha visto, que hacer todo bien te puede llevar a ser campeona olímpica y campeona del mundo.

Muchos se aventuraron a decir el primer día, cuando cayó eliminada en los 200 estilos y los 400 libre, que Mireia no había llegado bien. Nada más lejos de la realidad. Mireia y Fred Vergnoux tienen todo muy controlado. Su gran objetivo era la medalla de oro en su mejor prueba, la que lleva preparando desde Río. Se llevó el oro y, por si fuera poco, en los 1.500 libre rebajó siete segundos el récord de España.

Aunque ahora se habla de Tokio 2020, ella no esperará hasta esa cita. Necesita cada año buscar un nuevo reto. Ahora mismo, de hecho, todavía le quedan dos: los 800 libre y los 400 estilos en este Mundial. Sobre todo en la primera disciplina, doy por hecho que se acercará al podio.

Luisa Domínguez es entrenadora de natación en el CGTD