De nuevo contra los coptos

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es descorazonador ver cuán fácil y rápido se puede segar la vida de un ser humano. Un gesto tan simple como presionar un botón o un gatillo puede destrozar la vida a personas a las que no se conoce y con las que jamás se ha tenido relación, con la excusa de defender una causa. No hay nada más cobarde que hacerse estallar delante de niños y adolescentes o atacar un autobús lleno de fieles dispuestos a pasar un día festivo, tal y como ha ocurrido el viernes en las proximidades de la localidad egipcia de Adua. Dos autobuses y una furgoneta ocupados por cristianos coptos camino del convento de Qalamun con la advocación de san Samuel fueron atacados por, al menos, diez hombres armados, causando la muerte de más de 35 personas, entre ellos niños, y un número elevado de heridos. 

Una vez más, este terrible acto que el EI no ha tardado en atribuirse no es casual. El mes más sagrado para los musulmanes, el ramadán, comienza hoy, y atacar a «un grupo de infieles cristianos» que habitan tierra musulmana, es decir, Egipto, es una forma de reivindicar su vocación de exterminio de todo aquel que no sea como ellos. Además, los coptos, una comunidad integrada por al menos diez millones de personas, han dado su apoyo al actual presidente Al Sisi, respaldando, tácitamente, su persecución de los islamistas. Por muchas medidas de seguridad que se implementen, Egipto es un país enorme y proteger a los millones de coptos es imposible. Y, por último, tras el ataque en Manchester, este atentado en Egipto quiere ser una demostración de fuerza y del amplio radio de acción que tienen los terroristas.