«Horexit» y postverdad

Jorge Mira Pérez
JORGE MIRA EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

02 abr 2017 . Actualizado a las 10:18 h.

Como suele acontecer desde hace una década, con la llegada de la primavera vuelve el debate sobre si debemos sacar a España de la zona horaria que emplea la mayor parte de Europa: un horexit en toda regla sin ningún tipo de beneficio objetivo. Lo malo son las falsedades que se han dicho para defender el paso al huso británico. a) Es falso que en España anochezca muy tarde en verano y amanezca muy tarde en invierno: nuestro anochecer veraniego y el amanecer invernal van en paralelo con los de millones de habitantes del tronco central europeo. b) Es falso que tengamos unos horarios locos: las encuestas de uso del tiempo demuestran que, con respecto al Sol, hacemos las mismas cosas que los países de nuestro entorno. En España en promedio se come entre las 14 y las 15 horas y se cena entre las 21 y las 22. Eso viene siendo 3 o 4 horas antes y 3 o 4 horas después del amanecer invernal respectivamente (que cae en torno a las 18:00). En Alemania comen entre las 12 y las 13 horas y cenan a partir de las 19: como allí en invierno el Sol se pone a eso de las 16 horas, hacen lo mismo que nosotros. c) Es falso que durmamos una hora menos que los europeos: lo demuestran las antedichas encuestas. d) Se ha dicho hasta que la natalidad es menor por el huso; un disparate monumental: piense que hace 40 años teníamos distinta natalidad y el mismo huso, o que los portugueses la tienen parecida viviendo en distinto huso. e) Es falso que nuestro huso sea culpa de una supuesta pleitesía de Franco a Hitler: el huso nunca ha sido una cuestión ideológica, también la II República empleó la hora de Berlín al final de la Guerra Civil. f) Es falso que conciliaríamos mejor: salir del trabajo a las 18:00 con el huso de Portugal es lo mismo que salir a las 19:00 con el que tenemos ahora. Lo malo es que, en esta época de la postverdad, ese tipo de falacias parecen valer más que los hechos objetivos.