Rato y Blesa, los intachables

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia Nacional ha dejado en libertad sin imponerles ninguna medida cautelar a Miguel Blesa y Rodrigo Rato, condenados a seis y cuatro años y medio respectivamente por apropiación indebida. Una decisión cuando menos discutible, ya que ambos tienen otros graves asuntos pendientes con la justicia. Hay argumentos jurídicos a favor y en contra. Pero lo que resulta inaudito es que los jueces hayan argumentado que su comportamiento en el procedimiento judicial ha sido intachable en un caso y absolutamente cabal en el otro. No es broma. Deberían haberse ahorrado estos calificativos, que escandalizan en un momento en que la gran mayoría de los ciudadanos, según las encuestas, consideran que la justicia no es igual para todos, y tienen motivos para creerlo. Aplicarles esos dos adjetivos, aunque sea en un contexto jurídico, chirría, irrita, ofende, provoca, pese a que, por supuesto, no haya sido esa la intención de los jueces. Solo les ha faltado ponerlos como ejemplo de buena conducta a estudiar en las facultades de Derecho. ¿Qué han hecho de excepcional en el juicio para recibir estos halagos? ¿Se han arrepentido, han reconocido su delito, han colaborado con la justicia? No. Se han limitado, como es su derecho, a defenderse y declararse inocentes. Ya pueden imaginarse lo que piensan -mejor que no lo tuiteen, por si acaso- los cientos de miles de españoles estafados por las preferentes y por la salida a Bolsa de Bankia de estos delincuentes de guante blanco, tan cabales e intachables, que hundieron la entidad financiera mientras gastaban sin freno con sus tarjetas black. Rato y Blesa no son cabales ni intachables, ni su comportamiento ni su conducta lo son, sino dos impresentables.