Quedadas

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

05 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Seguramente el lector habrá sufrido en alguna ocasión la frustración de acudir a un diccionario en busca del significado de una palabra o de alguna precisión sobre ella y no hallar respuesta. Puede pasarle a quien lea en el periódico que los cuerpos de policía «extreman la vigilancia para evitar disturbios tras detectar en la Red una quedada» y consulte el Diccionario que, por antonomasia, escribimos con mayúscula.

El DRAE da cuatro acepciones de quedada: «1. f. Acción de quedarse (estar en un lugar). 2. f. Acción y efecto de quedarse (disminuir su fuerza el viento). 3. f. Golpe flojo que se da a la pelota para que no vaya lejos. 4. f. Cuba y Nic. solterona». De la primera definición, aunque quedada no es muy usada hoy con ese sentido, no hay dudas. Aparece en el Quijote y la emplea Quevedo en Política de Dios, gobierno de Cristo: «Unos tratan con Cristo de su partida, Pedro de su quedada».

Que quedada es la acción y efecto de quedarse (perder fuerza) el viento nos lo confirma algún diccionario náutico, aunque nos cuesta encontrar testimonios escritos de su uso como sustantivo. Es más frecuente el del verbo: «A unas 10 millas de Tarragona el viento se quedó, y finalmente llegamos a motor».

El Diccionario nos hace sentir la magnitud de nuestra ignorancia cuando nos informa de que quedada es también el «golpe flojo que se da a la pelota para que no vaya lejos». Siempre habíamos creído, como algunos especialistas a los que hemos consultado, que eso era una dejada. El diccionario de María Moliner registra ambas, quedada (‘golpe flojo dado a la pelota para que no vaya lejos’) y dejada (‘en tenis, pelota vasca y otros deportes, pelota que se lanza muy corta para que no llegue a ella el contrario’).

La cuarta acepción de quedada que registra el DRAE es ‘solterona’, de uso solo en América. Puede deberse a que las solteronas eran (parece necesario el pretérito) las mujeres que se quedaban para vestir santos.

Otros dos significados de quedada ya no aparecen en el Diccionario. El primero es ‘broma, burla o engaño hecho a alguien por divertirse, sin intención de hacerle daño’. Parece tener relación con el pronominal quedarse con el sentido de ‘engañar a alguien o abusar diestramente de su credulidad’: Chaval, no te quedes conmigo. La otra acepción de quedada que ignora el Diccionario es la de ‘reunión informal de personas, generalmente convocada por Internet’. Los ejemplos de este uso se cuentan por decenas de miles. Entre estas quedadas están las más divertidas y las más tristes. De estas últimas dan cuenta los periódicos estos días: «Una discusión por chicas hace cuatro meses motivó la quedada para pelearse el sábado».