El pasado debido

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es fácil saber lo que debería haber ocurrido en España, señor Sánchez. Quizá fue usted el único que no lo vio en su día. Tras las primeras elecciones, debió formarse un sólido Gobierno del PP y el PSOE, con Rajoy de presidente y usted de vicepresidente. Con más o menos entusiasmo, casi todos lo hubiéramos aceptado, porque era lo que dictaban los resultados electorales. Pero un secretario general del PSOE como usted, ambicioso y ególatra, no pudo resistir la tentación de alzarse contra ese destino y emprendió una errática carrera que en verdad aún no sabe cómo ni dónde va a acabar. O quizá sí lo sabe. Tarde y mal. Dejando una herencia que habrá que administrar con talento y generosidad para que la realidad interior del PSOE no se envenene más y podamos seguir contando con ese gran partido al que -con todos sus aciertos y sus errores- tanto le debemos. Creo que el señor Sánchez no tuvo en cuenta nada de esto.

Pero, llegados a este punto, aún debemos preguntarnos si el PSOE logrará liberarse del señor Sánchez, porque todavía este se resiste a acatar las consecuencias lógicas y regladas de la dimisión de la mayoría de la ejecutiva federal del partido. En estas kafkianas disyuntivas estamos aún, cuando el secretario de Organización del PSOE, Cesar Luena, ha anunciado para hoy una reunión de los miembros de la Ejecutiva -ya sin los críticos que han dimitido-, con el propósito de convocar un comité federal y un congreso federal extraordinario, tal y como Sánchez tenía previsto. Porque, dijo, «el líder del PSOE sigue siendo su secretario general, que es Pedro Sánchez».

¿En qué parte del drama estamos ahora? Es difícil de saber. Henry Miller escribió en su Trópico de Cáncer que «el caos es la partitura en la que está escrita la realidad». Y de caos padece ahora la realidad socialista, cuya trayectoria parece atraída peligrosamente por el abismo. La solidaridad que debe constituir la entraña de un partido como el PSOE no puede hacerse añicos, si quieren descartarse escisiones u otros males. La responsabilidad es de Sánchez, que no ha acertado a unir. Por eso creo que el mejor favor que puede hacerle a su partido es irse sin meter más ruido. Pero no creo que lo haga.