Como en Galicia, señor Sánchez

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

03 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Debo de ser uno de los pocos que consideran que lo mejor que le puede pasar a España es que se celebren las terceras elecciones. De los pocos que entre lo malo y lo peor, eligen lo primero. Porque afrontar una legislatura, creo yo, dependiendo de Ciudadanos y de este PSOE insólito (por no escribir adjetivos más procaces), es un suicidio para el Estado. O sea, que estamos en el fondo del pozo y ya solo queda el 25 de septiembre para poder salir a flote. Porque de lo que suceda en Galicia y el País Vasco va a depender en buena medida el futuro de España.

Quizá ese sea el motivo por el que este sábado, harto de la fallida sesión de investidura de esta semana y su bajeza moral (una vez más Pablo Iglesias estuvo a la altura de lo que algunos esperamos de él: la impudicia), me atrevo a proponer al PSOE que retome los mandos de la nueva investidura. Que Sánchez sea el candidato. Y que lo diga desde ahora mismo. Para ganarla solo tendrá que aliarse con todos. Con los independentistas catalanes, vascos, hasta con Bildu y Otegi, ese moderado y pacífico demócrata. Para ello no tendrá que exhibir demasiadas piruetas justificativas o probatorias. Hará, simplemente, lo que su partido hace en Galicia. Está dispuesto a pactar con todos para arrebatar la mayoría absoluta a Alberto Núñez Feijoo. Eso nos han dicho desde el primer momento. Leiceaga ha ofrecido pactos, o sea, que cualquier cosa menos Feijoo. Lo han dicho los del BNG, que sigue errabundo buscándose a sí mismo entre la niebla que les trajo la Marea con su Podemos, tan de Complutense. Lo han dicho los comandados por el magistrado, de quien esperaba personalmente un poco más de altura intelectual y me he encontrado esto: un candidato populista (es el Pablo Iglesias gallego, pero sin carisma), flojo de argumentario y capaz de caer en la imagen soez o el dislate discursivo. Un candidato que, tal vez, ignora qué grupo político lo propone como candidato. Porque en su confluencia están los independentistas y la extrema izquierda de Galicia, con un pretérito que al juez candidato, que antaño impartía justicia, le convendría repasar. Pero hoy no hablaré del juez, sino de Sánchez, a quien deseo que haga en España lo que ya está haciendo aquí. Ayer fracasó Rajoy. Su turno, Pedro Sánchez.

Es la hora, pues, de desdecirse da alguno de los noes de antaño: no a las terceras, no al PP, no a Podemos y los independentistas. Descartados los dos primeros, solo nos queda el tercero. Pacte usted con los de Gabriel Rufián y Tardá, con los de Artur Mas y Bildu. No los olvidemos por ser solo dos, porque también los necesitará la nueva investidura. Hágalo. Pídales su apoyo. Pero antes dígalo claramente. El daño que el PP ha infligido a los españoles ha sido tanto, según usted, que su PSOE debe estar dispuesto a romper la unidad de España o abrazar a Arnaldo Otegi (asuntos menores). Sea de una vez valiente. Todos contra el PP. Como en Galicia, señor Sánchez.