Pedro Sánchez tiene que ganar para ser presidente. Es la altura del listón que le ha colocado la sabia Susana Díaz para que el líder socialista siga manteniendo la ilusión de poder ostentar, al menos oficialmente, el cargo. Susana Díaz ha dicho que a Pedro Sánchez y a su partido solo les vale ganar, con lo que los presiona de tal forma que los acogota para el resto de sus días.
Díaz ha hecho con Sánchez lo que cualquiera puede hacer conmigo. Colocarme el listón para un salto de altura en 2,80 o en 4,40, que lo mismo tiene. No creo que vaya más arriba de los 20 centímetros. Incluso más. Si se trata de pértiga, pueden colocármelo en 6,16, que es en lo que debe de estar el récord mundial. Incluso cabría subirlo, porque por mucho que lo intente y por muy buenas intenciones que muestre, me resultará imposible levantar los pies del suelo por encima de la altura de una acera.
Y esta es exactamente la situación del aspirante Sánchez. Que el listón se lo puede colocar, Susana Díaz o quien sea, en 147, 198 o en 231 escaños porque, en el mejor de los casos, se va a quedar donde está; que es el peor resultado socialista de la historia. Porque el promotor de la debacle, quien se antoja incapaz de aglutinar a la socialdemocracia y quien negocia con la derecha más que consigo mismo, no parece capacitado para sorprendernos con una victoria electoral; de forma especial después de que la izquierda fusionada amenace con llevarle parte de su actual botín.
Por todo eso, Susana sabe perfectamente que ha situado el listón a una altura estratosférica para Pedro. Si realmente quisiera ayudarlo, como dice, le hubiera puesto un reto más asumible. Por ejemplo, ganar el Festival de Eurovisión. Porque Sánchez tiene hoy más posibilidades de triunfar en Eurovisión que de vencer el 26J.