El mejor país

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

17 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El programa de humor estadounidense Saturday Night Live suma 41 temporadas en antena. Y nunca le ha resultado tan duro parodiar los debates de los candidatos republicanos. La realidad supera a la ficción con personajes como Donald Trump (paso de todo, que soy millonario), Marco Rubio (paso de todo, que yo repito mi mantra), Ted Cruz (no paso de nada, que soy un cristiano renacido) y Ben Carson (no sé si paso o no, pero fui neurocirujano). Rubio dice una y otra vez que con él Estados Unidos volverá a convertirse en «el mejor país del mundo» porque Obama quiere que sea «como el resto». Y en ese resto se supone que incluye a Corea del Norte y del Sur, a China y al Reino Unido.

La serie americana The Newsroom arranca con una estudiante preguntándole a cuatro periodistas que participan en un coloquio por qué Estados Unidos es el mejor país del mundo. Van respondiendo. La libertad. Las oportunidades. Pero uno de ellos sentencia que no lo es. Nadie es perfecto. Alemania, esa máquina productiva, mejor que no abra la caja de Pandora del pasado reciente. Suiza, que funciona como uno de sus relojes, mejor que deje cerradas las cajas fuertes del presente. España, con un sistema nacional de trasplantes ejemplar, arrastra enfermedades crónicas como la corrupción y el paro. La Francia de la libertad, la igualdad y la fraternidad carga con sus guetos de inmigrantes. Nada huele a podrido en Dinamarca, el espejo de todos, pero su Parlamento se apresuró a aprobar una ley para confiscar los bienes a los refugiados sirios. Y queremos copiar el modelo educativo de Finlandia, pero luego le crecen los enanos y montan brigadas xenófobas de inspiración nazi. En esta hoguera mundial de defectos y vanidades debería arder la soberbia.