Enemigos cordiales

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

06 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevamos días preguntándonos si Pedro Sánchez será capaz de formar Gobierno, tras la espantada de Mariano Rajoy. Y quizás lo que deberíamos hacer es cuestionarnos si Pablo Iglesias está interesado en que Sánchez forme Gobierno para responder mejor a la primera pregunta. Porque en el líder de Podemos está la clave del llamado Gobierno de progreso y solo a él le corresponde decidir si el presidente se llama Pedro, se llama Mariano o nos castigan, como a los malos estudiantes, con volver a las urnas.

Sabido es que el objetivo de Podemos es ocupar el espacio del PSOE y dejarlo reducido a cenizas. No lo ocultan y trabajan para ello; y tras haber desmantelado a IU, los de Ferraz son su próximo objetivo. Pero además hay que recordar que Iglesias dijo no hace mucho: «Entrar en el Gobierno con los socialistas nos destruiría electoralmente. [...] Y votar a favor de ellos en una investidura nos haría muchísimo daño».

Y aún más. ¿Qué haríamos cualquiera de nosotros si tuviéramos los vientos a favor y las encuestas confirmaran el sorpasso? ¿Suicidarnos políticamente? ¿Hacerle un favor al enemigo a cambio de nada? Quizás así se entiendan las posturas de mamá Bescansa cuando asegura que la estrategia socialista es perdedora y desestabilizadora, o la del propio Iglesias ayer mismo cuando cierra puertas, poniendo condiciones excluyentes.

Así que la cuestión no es tanto si Sánchez evita pactar con Podemos para no contrariar a Susana, sino si Podemos le va a dar aire a quien pretende merendarse a nada tardar. Claro que Iglesias también puede caer en la trampa y quedar como el responsable de haber perdido una oportunidad única de formar un Gobierno de progreso. Vamos, que nos espera un porvenir que no adivina ni Paco Porras. Aquel que leía el futuro en un nabo.