16 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
Miles de gallegos emigrados en Londres, en Swindon, en Berlín o en Río de Janeiro tienen vetado reencontrarse con los suyos en las fechas en que más duele. Estos gallegos nunca protagonizarán el anuncio de El Almendro. No volverán a casa por Navidad porque no hay sueldo que soporte un billete de avión. No podrán abrazarse y comerse a besos a los suyos. Porque el espíritu navideño de las aerolíneas se llama Dow Jones o Ibex 35. Lástima que ninguno de los candidatos se haya acordado de ellos, lástima de promesa perdida: tarifas súper low-cost, y muy próspero año nuevo. Luego, claro, si te he visto, te prometo que no me acuerdo.