Espectáculo

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

09 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue un espectáculo. Una cobertura digna de final de la Champions. La expectación. La llegada de los contrincantes. Por haber, hasta había un pabellón con seguidores en la grada. Ha sido el programa más visto del año. Ni el Barça-Madrid ni Belén Esteban. Un espectáculo. Televisivo. En cuanto al puro debate político, volvieron a mandar los idearios del partido, las consignas, los platos precocinados que se sirven durante la campaña. El formato, teóricamente más ágil que el tradicional, acabó convertido en un espeso milhojas de pequeños mítines. No es suficiente con soltar frases célebres de Churchill y Camus, salvo que encajen a la perfección para atizarle un gancho al rival. Los protagonistas escucharon poco y reaccionaron menos. De lo contrario, no hubieran dejado pasar ciertas aseveraciones como una ráfaga de viento otoñal. Soraya Sáenz de Santamaría dijo que, si no hubiera sido por el PP, España habría sufrido un rescate y habrían tenido que adoptar medidas durísimas. Nadie respondió al momento y con fuerza que la dureza estuvo y está ahí para muchos españoles. Y nadie asume tampoco los propios errores. ¿Es impopular la autocrítica? No estaría mal que Sáenz de Santamaría pidiera disculpas sin tapujos por la corrupción de su partido, que Pedro Sánchez la secundara y admitiera que el PSOE se ha traicionado a sí mismo en más de una ocasión, que Pablo Iglesias reconociera que han centrado el rumbo de su programa para asaltar la tierra en lugar de los cielos, y que Albert Rivera lamentara que no ha sabido explicar qué va a hacer con sus escaños. Pero nada de esto sucedió. Parece que, como Cristiano, todos están más prestos a celebrar el cuarto gol ante el Getafe que a pensar en qué falla el equipo en la Liga.