El estrambótico objetivo de Rajoy

Manuel Lago
Manuel Lago EN CONSTRUCCIÓN

OPINIÓN

04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de Rajoy se ha fijado un objetivo estrambótico en materia de empleo: terminar su legislatura con el mismo número de personas trabajando que cuando empezó. Si no fuera por la gravedad del asunto, provocaría risa. Después de cuatro años gobernando, la máxima aspiración del PP es dejar el nivel de empleo que había? ¡con Zapatero!

¿En esto consiste lo que Rajoy llama «el milagro económico español»? ¿Cómo es posible presumir de gestión económica, de política de empleo o de reforma laboral, cuando el resultado final es que no se habrá creado ningún empleo neto después de cuatro años de gobierno?

Recordemos lo que decía el PP cuando era la oposición del Gobierno de Zapatero: era el responsable de la recesión de la economía española, pero, sobre todo, el culpable de la destrucción de puestos de trabajo, el presidente del paro que dejó a España en una situación insostenible. Por eso resulta desconcertante el actual objetivo del PP: ¡volver a los niveles de empleo que les dejó Zapatero!

Pero lo peor -no para ellos, sino para la ciudadanía- es que ni siquiera serán capaces de alcanzar este objetivo mediocre. Los datos están ahí, a pesar de la demagogia del Gobierno: en agosto del 2015 hay 319.618 afiliados menos a la Seguridad Social que en agosto del 2011. Esta cifra de destrucción de empleo es todavía peor si se utiliza la información más reciente de la EPA, la estadística más fiable sobre el mercado de trabajo: según los datos del segundo trimestre del 2015, hay 756.200 personas menos trabajando que en el mismo trimestre del 2011. En ese mismo período, el número de parados aumentó en 304.800 y, si no lo hizo más, se debió a que la población activa se redujo en 451.000 personas, muchas de ellas camino de la emigración.

Es evidente, por lo tanto, que cuando Rajoy convoque las próximas elecciones habrá menos gente con empleo en España que cuando ganó las del 2011. Eso solo se puede calificar como un enorme fracaso. El empleo era en el 2011 -y lo es en el 2015- el principal desafío de la sociedad española, por eso el balance de la legislatura del PP es un absoluto fiasco. Hemos perdido cuatro años porque acabamos peor de lo que estábamos al iniciar la legislatura.

El fracaso se agrava si ponemos el foco en la calidad del empleo. Con su reforma laboral, Rajoy ha cambiado empleo estable con jornada completa por empleo temporal con jornada parcial, ha devaluado los salarios, ha facilitado y abaratado el despido, ha recortado los derechos laborales. Eran sacrificios necesarios, nos decía, para volver a crear empleo, para acabar con la nefasta herencia de Zapatero. Todo ese sufrimiento para nada. Un brutal deterioro de las condiciones laborales, que apuntan a un cambio en el modelo social, que no ha servido para crear empleo.

Las terribles cifras de paro fueron una de las razones fundamentales de la derrota del PSOE en el 2011. Ahora, el PP se presenta con datos todavía peores. ¿Qué es lo que va a decir la ciudadanía?