Me gusta cómo nos gobierna Rajoy. Habla poco, pero es coherente con su escueto discurso. Tanto me agrada su forma de llevar las riendas del país que tengo un amigo cuyo primo a su vez tiene un colega de profesión que lo va a votar en las próximas generales. No es como esos políticos que donde dijeron digo ahora dicen Diego. Manifiesta una cosa y la cumple caiga quien caiga, motivo por el cual en su partido no existe, desde su llegada al despacho principal de Génova, corrupto alguno. Ha limpiado el partido de garbanzos negros, y tanto me ha convencido de su inmejorable gestión, que por eso el colega del primo de mi amigo volverá a votarle. Como ejemplo de su coherencia sirva que llevando varios meses en precampaña, y siendo su único discurso la identificación de Podemos con el régimen bolivariano de Nicolás Maduro, aun así, según datos facilitados por la Secretaría de Estado de Comercio, España ha autorizado licencias para vender a Venezuela material destinado a rearmar a su ejército por valor de más de mil millones. Un ejército, todo sea dicho de paso, que Maduro utiliza para reprimir a su pueblo. El euro es el euro, pero la vergüenza es la vergüenza, y no se debe intentar sanear una economía a costa de armar a quien está más que claro que no debe disponer de material bélico.